Ni Una Menos: lo que cambió y lo que falta

El 2015 marcó el inicio de un cambio cultural muy significativo para la Argentina. Aquel 3 de junio aparecía el movimiento Ni Una Menos para visibilizar y poner en agenda un tema que hasta aquel entonces era abordado de manera aislada. De esta manera, comenzaba la manifestación nacional más importante contra la violencia de género y los femicidios.

A un nuevo aniversario de este movimiento, desde Infocielo nos comunicamos con dos referentes de la lucha contra la violencia de género para conversar sobre la actualidad de la fecha, además de repasar los cambios y visibilizar lo que falta.

Según un informe especial elaborado por la organización feminista "La Casa del Encuentro", más de 2500 mujeres fueron víctimas de femicidios en todo el país desde la aparición del Ni Una Menos. Cifra alarmante y significativa, en un nuevo aniversario de aquella convocatoria masiva que superó ampliamente las expectativas y que en los años siguientes fue replicada en distintos países de Latino América y del mundo.

“El primer Ni Una Menos fue la coronación de tanta lucha, significó lograr que toda de la sociedad tome conciencia de la problemática de la violencia de género. No fue un despertar, sino que es el resultado de una lucha histórica que estamos llevando las mujeres, de generación en generación, para que se reconozcan nuestros derechos” expresó la abogada y presidenta de la ONG “Las Mirabal”, Flavia Centurión.

No obstante, aunque se avanzó bastante, se debe seguir poniendo en agenda la problemática y seguir renovando el compromiso de lucha contra las distintas manifestaciones de la violencia machista. Al respecto, Mabel Bianco, presidenta y fundadora de Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM), médica y Master en Salud Pública, expresó: “Hubo muchos cambios a nivel legislativo. Hemos completado y tenemos una serie de leyes la cuales son muy buenas. El gran problema es cómo se implementan y en qué medida se cumplen”.

En este sentido agregó: “Se han logrado muchos avances, pero tal vez no todos los que hubiéramos querido. Creo que hay que reactualizar el compromiso del gobierno y de todos los estamentos, en relación al cumplimiento de las leyes y los programas. Por ejemplo, la Ley Micaela es muy buena, pero ha entrado en un cono de sombra en el cual, como que todos los que hicieron el curso, tanto hombres como mujeres, ya se siente que están capacitados y se acabó. Eso no es así, la Ley Micaela implica una capacitación permanente y continuada. Se debe ir revisando cómo se toman las conductas, cuáles no son aceptadas y cómo se deben mejorar".

Se consiguió bastante, pero aún falta

Este sábado 3 de junio se convoca a una nueva manifestación del Ni Una Menos bajo el lema Vivas, libres, desendeudadas y en las calles nos queremos. La misma tendrá lugar en el Congreso a las 14hs.

Sobre los reclamos del movimiento, Flavia expone: “A mí me parece que uno de los temas que se debe abordar es la precarización laboral de las mujeres. La violencia laboral que, si bien se viene visibilizando y de a poco se van implementando algunas políticas, me parece que es un punto fundamental para la calidad de vida de las mujeres. Es fundamental tener acceso al trabajo. Además, el reconocimiento del trabajo de cuidado, el trabajo no remunerado, el acceso a la justicia de las mujeres que es algo que influye todos los días en sus vidas”.

En este sentido agrega: “Se debe garantizar el acceso a la justicia, tanto para las situaciones de violencia, como también para los casos en los que tiene que ver con el cuidado de los chicos, las cuotas alimentarias, la distribución equitativa de las responsabilidades. Ni hablar de los femicidios, me parece que ahí hay una cuestión porque no podemos lograr revertir la cifra. Esto también tiene que ver con el acceso a la justicia porque una mujer que pide una medida cautelar sigue en la misma situación de inseguridad que en la que estaba cuando acude por primera vez. Siguen en la misma instancia que en un primer momento, incluso peor”.

Finalmente, Mabel Bianco reflexiona y expresa: “El primer Ni Una Menos fue un despertar a lo que había que hacer y toda la ciudadanía respondió. Ahora lo tenemos que revitalizar porque no se acabó y no se cumple, se siguen muriendo mujeres”.

Nota Infocielo -Por Camila Raingo