El Gobierno anunció una reforma laboral regresiva para los trabajadores

  • Publicado el 17/10/2025

Para los trabajadores, menos derechos. El Gobierno se encamina a implementar una reforma laboral para eliminar los convenios colectivos de trabajo y facilitar los despidos si gana las elecciones del 26 de octubre. Ésa fue la promesa que le hicieron este jueves el presidente Javier Milei --a través de su vocero, Manuel Adorni-- y el ministro de Economía, Luis "Toto" Caputo, a los empresarios reunidos en Mar del Plata para el Coloquio de IDEA. El paquete incluirá también el reemplazo de las mesas paritarias por "negociaciones libres" entre cámaras empresarias y sindicatos, según confirmaron ambos ante un auditorio repleto de directores ejecutivos y miembros del círculo rojo. La letra chica estará contenida en un proyecto de ley que podría ingresar al Congreso luego del recambio legislativo del 10 de diciembre, fecha a partir de la cual la Rosada espera un parlamento "más receptivo a las reformas", según dijo Adorni, siempre y cuando las urnas no digan lo contrario. 

Si bien no fue la primera vez que el Presidente o sus ministros anunciaron en las últimas semanas que la reforma laboral estaba en carpeta, esta vez le dieron el marco de una suerte de relanzamiento del Gobierno post elecciones, como parte de una segunda etapa de la gestión libertaria que también incluye una reforma tributaria. "El primer paso fue estabilizar el descalabro heredado: fiscal, monetario y cambiario; y el segundo paso, reformas para mejorar la competitividad de la economía argentina", dijo Adorni. "Necesitamos reformar el mundo del trabajo, para que el dinamismo económico pueda estar acompañado del dinamismo laboral", agregó. 

La apuesta es a que los cambios en el mundo laboral y el recorte de derechos incluidos en el futuro proyecto de ley abran la discusión del Congreso que se viene, como una forma de retomar la iniciativa perdida en medio de los escándalos de corrupción y la derrota en Provincia de septiembre. Pero la futura norma busca también ser una prenda de negociación para recomponer el marco de alianzas políticas --como la que la Rosada construyó en la Ley Bases-- que le reclama el Tesoro de los Estados Unidos como condición del salvataje. 

En esa línea ya se inscribió Mauricio Macri. El líder del PRO sostuvo este jueves en un extenso posteo en tuiter que su voluntad en esa nueva etapa post elecciones será "plantear metas concretas e inmediatas que permitan orientar los acuerdos". Un ejemplo de esas metas sería la reforma laboral regresiva en ciernes. Los empresarios y el círculo rojo, con su habitual mantra de "reglas claras para inventir", juegan en sintonía: “Tenemos que saber en qué cancha estamos jugando”, pidió el presidente del Coloquio de IDEA, Mariano Bosch, al inaugurar el encuentro. Por supuesto que todas esas posiciones están atadas al resultado de la elección, lo mismo que el apoyo norteamericano, tal como lo dejó en claro desde Washington el propio Donald Trump.

Claro que al respecto no sólo hablarán las urnas, sino también la oposición y el mundo del trabajo y sus organizaciones. Una de las preocupaciones centrales es que desde la asunción de Milei ya se perdieron unos 200 mil puestos de trabajo. El salario formal se estancó cinco puntos por debajo del nivel de fines de 2023. 

El candidato a diputado de Fuerza Patria, Jorge Taiana, encabezó un fuerte rechazo a la reforma desde la sede de Azopardo de la CGT, junto a la plana mayor de la central obrera y algunos de sus miembros más combativos. La iniciativa "retrocede derechos y profundiza la precarización", definió el candidato. Fue en respuesta a un primer anuncio realizado por Milei de forma genérica la semana pasada. Milei “llegó a decir que él supone que es tan buena que la va a anunciar después de la elección. Quiere decir que si no la hace antes, claramente es porque viene con quita de derechos”, había aportado Sergio Palazzo, de la Bancaria, desde el salón Felipe Vallese.

"Lo único claro con las reformas laborales que impulsan Milei y Caputo es que buscan bajar el salario, permitir que los empresarios puedan despedir sin indemnización y contratar trabajadores sin derechos. Ya lo vimos muchas veces en la historia argentina: cada vez que aplicaron este tipo de recetas, el resultado fue más pobreza, más desigualdad y menos trabajo", le dijo a Página/12 el senador de Fuerza Patria Mariano Recalde. 

"Es una confesión de Caputo que desde EEUU le promete a los empresarios que van a poder hacer cualquier cosa con los trabajadores. La única forma de crear empleo es desarrollar el país, fortalecer la industria y aumentar el nivel de actividad. Con la receta de Milei, en menos de dos años se destruyeron más de 200 mil puestos de trabajo y se precarizó el que quedó en pie. Gobiernan para la timba financiera, no para los que viven de su salario", agregó Recalde. 

"El 26 de octubre hay que decirle a Caputo que el problema no son los trabajadores, el problema es su plan económico", concluyó.

Menos derechos

La reforma, según adelantaron Adorni y Caputo, se basa en las viejas ideas de la derecha tradicional argentina de desregular el mercado laboral, lo que abriría una supuesta etapa de beneficios para todos. Adorni hasta prometió "una revolución productiva" parafraseando el slogan de campaña de Carlos Menem. 

“Necesitamos que las empresas quieran y puedan contratar“, fue el mensaje de Milei a través de Adorni. Para ello, dijo, se necesita "dar la batalla contra la judicialización del conflicto laboral" y "eliminar trabas a aquellos que quieran emprender". Adorni incluso fue mas allá y se permitió una disgresión propia: "contratar a un trabajador no puede ser lo mismo que adoptarlo". 

En concreto, de lo que dijeron hasta ahora Caputo, Milei y Adorni se desprende que la reforma incluiría:

*La eliminación de las paritarias y su reemplazo por "negociaciones libres"

*El fin de la indemnización por despidos o su reemplazo por un "fondo de cese" financiado en cuotas por los propios trabajadores. Un antecedente en ese sentido fue introducido en la Resolución General 1071/2025 de la Comisión Nacional de Valores. 

*La imposibilidad por ley de realizar juicios laborales ya sea por despidos injustificados u otros motivos de abuso patronal. 

*La eliminación de los convenios colectivos de trabajo que regulan las distintas actividades.

*La posibilidad (más bien un acto de publicidad libertaria) de elegir la moneda en la que cobrar los sueldos, osea, que pueda ser en dólares. 

Por supuesto que todos esos puntos son, al menos por ahora, propuestas unilaterales del Ejecutivo: no hubo rondas ni negociaciones abiertas entre los distintos sectores --desde la UIA a la CGT o las asocaciones de Pymes-- para debatir o consensuar un texto. 

El antecedente más inmediato fue el capítulo laboral de la Ley Bases, que fue frenado en la justicia. "El Gobierno ya intentó una reforma laboral, que fracasó por completo", le dijo a este diario Gustavo Ciampa, de la Corriente de Abogados y Abogadas Laboralistas 7 de Julio e integrante del Foro de Abogados y Abogadas de Organizaciones Sindicales. "Creció el desempleo, creció el empleo negro, con lo cual no es el camino. Cada vez que en la Argentina se quiso degradar los derechos de los trabajadores con la excusa de que era la forma de generar empleo lo que se hizo fue destruir empleo", agregó. 

"La legislación laboral lo que hace es preservar la dignidad de las personas que trabajan. No tiene aptitud para generar empleo, como mienten Milei y Caputo, lo que genera empleo es una política económica acertada. Si no se está generando empleo es por el fracaso de la política económica del Gobierno, lo que tienen que hacer es cambiar la política económica", concluyó. 

 

 

Fuente Página 12