Atentado a CFK: Falló el peritaje del celular de Sabag Montiel

  • Publicado el 26/03/2025

A casi dos años y ocho meses del intento de magnicidio contra Cristina Fernández de Kirchner, fracasó el peritaje del celular de Fernando Sabag Montiel, el principal acusado, del que participaron seis especialistas del Ministerio Público Fiscal, de Gendarmería, la defensa y la querella. Ni siquiera lograron el primer paso, que es un procedimiento llamado "rooteo" que permite ingresar al teléfono para administrarlo y luego tratar de extraer información. "Ninguno de los intentos resultó exitoso sobre el dispositivo celular Samsung modelo SM-A505G perteneciente al imputado (...) a pesar de haber agotado las distintas alternativas que fueron planificadas en las pruebas previas para abarcar este peritaje con el despliegue tecnológico más acertado", dice el informe final, al que accedió Página/12. Del texto surge también que el perito de CFK dejó constancia de que no estaban agotadas "las metodologías" a aplicar. 

La explicación es que habían hecho ensayos con un dispositivo igual al de Sabag Montiel pero con un sistema operativo más nuevo. El del acusado es "Android 9" y las pruebas se hicieron con "Android 11". En función de ese testeo lo expertos habían armado un manual de procedimiento para el momento de intentar el "rooteo" y la extracción de contenido. No funcionó. "Presumiblemente, diferentes versiones de sistema operativo entre el dispositivo ensayado y el original pueden estar afectando la efectividad de los métodos utilizados, no quedando en esta instancia ningún recurso técnico para explorar por dentro de la estrategia de ataque planificada", concluye el texto.  

Lo concreto es que sin este resultado no hay información sobre chats, documentos, aplicaciones, redes sociales, entre otras cosas, del hombre que intentó matar a CFK. Lo único disponible son fotos que se obtuvieron de las tarjetas SIM y de la memoria y lo que se pudo descargar de otros aparatos, como el de su exnovia, Brenda Uliarte, acusada como coautora, del de Gabriel Carrizo, señalado como partícipe secundario, y de los de los integrantes del grupo que vendía copos de azúcar coordinado por éste último. Las imágenes fueron importantes porque se lo veía tanto a Sabag Montiel como a Uliarte posando con el arma, pero es apenas un aspecto. La gran expectativa era al menos rastrear con quién había estado en contacto y otras pistas que permitieran analizar un posible móvil político y/o económico del atentado a la expresidenta. 

Celular problemático  

Todo lo que rodeó al teléfono del hombre que intentó matar a CFK fue problemático desde un comienzo. Como ya informó este diario, el primer intento de extraer la información lo hizo el cabo de la Policía Federal Alejandro Heredia en el despacho de la jueza María Eugenia Capuchetti en la madrugada pos intento de magnicidio. Cuando enchufaba el aparato al sistema UFED (Universal Forensic Device) de la marca israelí Cellebrite aparecía una leyenda de "error de extracción". Probó tres veces y desistió. Sólo obtuvo las imágenes. Un secretario lo guardó en la caja fuerte. 

El atentado ocurrió el 1º de septiembre de 2022 a las 20.52. Durante el día posterior el celular quedó en el juzgado pero a la noche Capuchetti lo envió a la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) confiando en que tendría mejor tecnología. Lo llevó la custodia policial de despacho, Priscilla Santillán, que llegó a la sede de Ezeiza después de las 23 sola con un sobre de papel madera bajo el brazo. Estaba abierto y sin planilla de cadena de custodia. El celular estaba encendido. La recibieron la oficial principal Camila Dafne Seren y el subinspector Pablo Kaplan, del Departamento Técnico de Criminalística. En la pantalla una leyenda en rojo decía "Samsung Galaxy A50-Warning: CMDLINE Parameter”. El juzgado indicó que igual continuaran. Buscaron salir del mensaje de alerta y el aparato terminó reseteado de fábrica. Todo quedó detallado en un acta en la que Santillán reconocía haber llegado con el sobre abierto.  

Los tres peritos en cuestión estuvieron imputados por la jueza María Servini, quien tuvo a cargo una causa donde se investigaba cómo se había dañado una prueba tan importante. Las dos grandes opciones que manejaba eran que el teléfono tuviera alguna falla o lo afectara el uso de un software no oficial o bien que los expertos hubieran generado. En febrero los sobreseyó sin poder determinar qué fue lo qué pasó. "Resulta imposible ir un paso más allá y determinar con un mínimo de probabilidad las razones que efectivamente motivaron el reinicio del celular de Sabag Montiel, desconociéndose a ciencia cierta qué es lo que motivó el desbloqueo del gestor de arranque y, en consecuencia, el restablecimiento a valores de fábrica...", sostuvo Servini. Quedaron algunas dudas sobre el paso del celular por el juzgado de Capuchetti.  

Nunca más se peritó el celular hasta ahora. El pedido fue empujado por la fiscala del juicio oral, Gabriela Baigún, y ordenado por el Tribunal Oral Federal 6 (TOF6) en noviembre de 2024. Los expertos de la Dirección de Investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal (DATIP) de la Procuración hicieron la prueba con un aparato similar y lograron el rooteo. Dijeron que podrían hacerlo con el original pero que las posibilidades de resultados eran tantas como que el celular quedara inutilizado. 

El último intento

El día que los peritos se reunieron el 4 de febrero último para comenzar a trabajar increíblemente se cortó la luz. Todo quedó postergado para marzo. En el informe se relatan dos encuentros, el 13 y el 17. Un primer problema con el que se encontraron fue que al encender el teléfono y darle batería notaron que tenía solo 4 gigas libres de memoria de los 64. Para trabajar necesitaban más. Tenía un error "de partición", lo definen, que algunos atribuyeron al manoseo previo. Trataron de hacer espacio y pudieron. El equipo siguió funcionando, no se rompió pero no lograron el famoso "rooteo" e ingresar al corazón del teléfono para operar como administradores y después poder rastrear contenido que tal vez esté, aunque sea en parte.

Ante esa traba de base la mayoría se resistió a continuar. Estuvieron desde las 10 de la mañana hasta las 15 aproximadamente. El perito de CFK, el técnico informático José Manuel Morán tuvo un fuerte entredicho con Natalia Passarini García, la ingeniera de la defensa de Sabag Montiel, que opuso una resistencia a continuar.

--Tenemos que terminar esta cuestión hasta que salga humo-- se plantó Morán e insistió en que todavía se podía modificar el sistema de prueba y volver a intentar.

--Hasta que salga humo no porque hay que devolverle el celular a Sabag Montiel-- dijo Passarini García al recordar que el acusado reclama sus pertenencias al TOF6.

Otros se quejaban porque el procedimiento estaba llevando demasiado tiempo. Morán decía que aunque sea había que lograr extraer información por mínima que fuera, pudo reconstruir Página/12. En el informe final quedaron volcadas las posturas. El único que no dejó la propia fue el segundo comandante Francisco Augusto Pardo de Gendarmería, quien en el momento parecía coincidir con Morán, pero no lo puso por escrito. 

Morán sostuvo que: "podrían existir otras metodologías que finalmente terminen rooteando el dispositivo exitosamente, las cuales habría que estudiar en profundidad y desarrollar la estrategia de aplicación adecuada respecto a este mismo dispositivo, que aún permanece operativo". Los ingenieros Nicolás Sanguinetti y José Pollola Barón con el analista en sistemas Leonel Parodi, de la DATIP (por la fiscalía) señalaron que ellos estuvieron "desarrollando, probando y planificando una metodología óptima para intentar cumplir el objetivo sin afectar la integridad del hardware, evitando la inutilización definitiva del dispostivo celular" ante la respuesta de la empresa Cellebrite que informó que no podía "operativizar el rooteo". Dijeron que la querella había aceptado esto sin proponer otras alternativas. 

Passarini García dijo que "dado que el teléfono ya ha sido manipulado en varias ocasiones, resulta muy probable que cualquier nuevo intento de rooteo empeore la situación, teniendo en cuenta el tiempo transcurrido, las manipulaciones previas y la ausencia de garantía de que queden datos".  "Es necesario descartar nuevos intentos...", señaló. Para ella está el peligro del daño definitivo y es posible no recuperar nada. 

Así las cosas, nada indica por ahora que haya nuevo peritaje. Por lo pronto, este miércoles declaran en el juicio los peritos sobreseídos por Servini y Damián Neustadt, ex Director de Inteligencia Criminal, quien estuvo en la PSA en el momento del reseteo. 

 

 

Nota Página 12-Por Hirina Hauser