Situación desesperante: Cien centros de diálisis al borde del cierre en la Provincia
- Publicado el 05/11/2019
"La situación es angustiante", alteró el presidente de la Asociación Regional de Diálisis y Trasplantes Renales de la Provincia de Buenos Aires (ARD), Alfredo Casaliba, por la situación crítica de un centenar de centros de diálisis en territorio bonaerense.
Casaliba fue entrevistado por Christian Thomsen Hall para el portal LaNoticia1.com, y advirtió por la deuda millonaria que el Programa Incluir Salud, que depende de Provincia, mantiene con cada centro. "Nos empujan a pacientes y trabajadores a un abismo", lamentó el profesional.
¿Cuál es la situación en la que se encuentran los centros de diálisis de la Provincia?
Estamos en una situación de crisis en la que convergieron dos cuestiones: El aumento del dólar y la inflación por un lado y por el otro la ruptura de la cadena de pagos por parte de los principales financiadores, como Incluir Salud. Esa combinación ha hecho que los centros de diálisis de la Provincia estén en un estado de crisis muy profunda, arrastrando muchas deudas con los proveedores y con el personal. Esa maraña de cosas hace que hoy muchos centros estén en serio riesgo de cierre.
¿Todo esto impacta en la calidad del servicio que se le brinda a los pacientes?
La calidad de atención no ha variado porque a los pacientes se les sigue brindando una alta calidad de servicio. El problema es que muchos proveedores le han dicho a muchos centros que si no pagan sus deudas van a dejar de enviar insumos. Por eso hay centros que están en riesgo de cierre, porque sin materiales no pueden atender y los pacientes que necesiten diálisis tendrán que ir al Hospital Público, que tampoco está preparado para asistir a tanta gente.
¿Cuántos pacientes dependen de Incluir Salud y cuál es el principal problema que arrastra?
Hoy tenemos alrededor de 2 mil pacientes en toda la Provincia que dependen de Incluir Salud, que pasó de Nación a Provincia el 1 de enero de este año. Cuando se hizo el traspaso, Nación prometió que se iba a ampliar el presupuesto porque ya en ese entonces el dinero no alcanzaba. Pero eso nunca sucedió y el problema no solo no se resolvió con el tema de la ampliación del presupuesto, sino que ahora desde Incluir Salud directamente no están pagando nada.
¿Además de Incluir Salud hay algún otro financiador que tenga el mismo inconveniente?
PAMI es el principal financiador y está pagando a 60 y 70 días, lo cual a veces quedan desfasados los valores a raíz de la inflación. El segundo financiador es Incluir Salud que directamente no está pagando. Y por último viene IOMA, que tenía una deuda grande, pero que el Ministerio de Salud de la Provincia la actualizó bastante bien a valor histórico. Pero con un solo financiador que te pague no te alcanza para mantener todo el sistema y eso es un problema grande.
Los centros de diálisis de la Provincia amenazaron con no atender más desde el 1 de noviembre. ¿Hoy están funcionando?
Sí, hoy están funcionando pero si Incluir Salud continúa sin pagar, los pacientes que dependen de ese financiador se quedarían sin diálisis. Incluir Salud le debe al sector 700 millones de pesos y nosotros no podemos subvencionar a esos pacientes con lo que se cobra de otras prestaciones que están en un valor muy por debajo de lo que se necesita. El Estado debe hacerse cargo y no los prestadores privados, porque eso determinaría el cierre de los mismos.
Si hacen paro, los pacientes se quedan sin diálisis. Y si siguen con las diálisis, corren riesgo de cierre...
Exactamente. Hay centros que están muy comprometidos: La idea es no dejar de dializar a nadie pero tampoco queremos cerrar los centros. Nos empujan a un abismo donde nosotros no podemos decidir nada. Para dializar hay que tener plata para los insumos. Y si no tenemos el dinero, ¿cómo hacemos?. Si paramos, los pacientes se quedan sin diálisis, pero si seguimos atendiendo nos vamos a seguir endeudando hasta terminar en el cierre definitivo. Todo lleva al colapso.
Además de la gravedad que significa para los pacientes, este conflicto debe afectar a muchos trabajadores...
Por supuesto. Nos empujan a todos a un abismo. Y cuando digo 'todos' hablo principalmente de los pacientes, pero también médicos, enfermeros, mucamas y un montón de trabajadores y familias que viven gracias a esta actividad. La distribución de los pacientes no es homogénea en la Provincia y esto hace que haya centros con mayor espalda para aguantar la crisis y por otro lado, otros mucho más chicos que están en una situación crítica para continuar funcionando.
¿Cuáles serían las consecuencias del cierre de los pequeños centros del interior?
El problema del cierre de los centros de diálisis en los pueblos pequeños del interior es que los pacientes deberán trasladarse muchos kilómetros hasta otras ciudades para poder atenderse. Además ese traslado, que puede llegar a ser desde 50 hasta varios cientos de kilómetros, tiene un costo que muchos pacientes no van a poder afrontar y van a terminar abandonando el tratamiento por una cuestión de que no van a poder costear los gastos de los viajes.
¿Y qué pasa con esos pacientes que podrían quedar fuera del sistema privado?
El problema de los pacientes que no se puedan dializar en los centros privados es que deberán atenderse en el sistema público. Acá el inconveniente es que el sistema público no los puede absorber porque tampoco tiene plata. Entonces estamos ante una situación desesperante, muy angustiante para todos. Desde el año pasado venimos advirtiendo que esto podría pasar y finalmente está ocurriendo. Por eso necesitamos una solución urgente.