Fake-7-8: el show bizarro del Gobierno para ganar clics y castigar periodistas
- Publicado el 14/07/2025
En una nueva apuesta por la confrontación directa con los medios de comunicación, el vocero presidencial Manuel Adorni lanzó este viernes su propio programa de streaming, Fake-7-8, un ciclo que parodia al histórico 6,7,8 de la TV Pública, pero esta vez con el objetivo de señalar lo que el oficialismo considera “noticias falsas”. Todo, claro, bajo la lógica libertaria de que todo es contenido, todo es tiktokeable y todo se vale si es en nombre de la batalla cultural.
Lejos de una iniciativa institucional para informar, el programa parece ser una herramienta estatal de escrache mediático. Emitido a las 13 horas a través de plataformas digitales, el primer episodio, titulado “Valijas, niebla y mucho humo”, se centró en repasar coberturas periodísticas recientes para marcarlas como mentiras, con especial énfasis en tres temas: el cierre del Instituto Nacional del Cáncer, la eliminación de Vialidad Nacional y el escándalo de las valijas sin control en Aeroparque. “Vamos a ir marcando qué fake news hubo durante la semana“, sostuvo Adorni, quien además se permitió ironizar: “Pensé que no lo íbamos a poder hacer una vez por semana, pero cuando nos pusimos a recolectar todas las fake news que había, la verdad es que es muy impresionante con lo que nos fuimos encontrando”.
Las prioridades del Gobierno
El contexto político no es menor: el estreno del ciclo se dio apenas un día después de que el Senado aprobara un aumento de 40 mil pesos para jubilados, iniciativa que el presidente Javier Milei prometió vetar entre risas, en lo que muchos calificaron como un gesto cruel y despectivo. Para ese tipo de medidas —como también para la emergencia por discapacidad, las inundaciones en Bahía Blanca o la continuidad de la moratoria previsional— no hay recursos, argumentan desde el Gobierno. Sin embargo, sí hay dinero y esfuerzo logístico para montar un programa oficial que se dedica a deslegitimar al periodismo.
“Fake-7-8 es para contarles un poco lo que viene pasando en la semana en materia de información, en materia, por supuesto, de falsa información”, explicó Adorni al inicio del ciclo. Lo hizo frente a una pantalla verde y en un set que intentó transmitir un aire de austeridad, aunque el mensaje de fondo no tenga nada de liviano: perseguir a periodistas, señalar medios y establecer una narrativa oficial de lo que debe ser considerado “la verdad”.
Durante el programa, Adorni desmintió haber dicho que se cerraría el Instituto Nacional del Cáncer: “Yo jamás dije que se iba a cerrar. Nadie lo va a cerrar. Se va a transformar y se van a achicar funciones administrativas que se pueden centralizar en el Ministerio de Salud”, explicó. También se refirió a Vialidad Nacional, aclarando que su reemplazo será una nueva Agencia de Control de Concesiones y Servicios Públicos de Transporte. Y, en un tono que no buscó la aclaración sino el ataque, señaló que “el peor día lo tuvo Alberto Fernández, que fue procesado por la causa Seguros”, en referencia a un periodista que calificó el jueves como el día más difícil para el Gobierno libertario por el revés en el Senado.
Pero la crítica más feroz parece ser estructural: el Gobierno que dice amar la libertad se reserva el derecho de decidir qué información es válida, y lo hace con recursos públicos, desde canales oficiales y, posiblemente, desde la mismísima TV Pública, donde Fake-7-8 podría tener un espacio en la grilla.
Fuente Infocielo