La jubilación mínima perdió un 42,7% de poder de compra en medicamentos de la canasta PAMI

  • Publicado el 11/02/2025

Un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) da cuenta de una situación cada vez más apremiante para los trabajadores jubilados y jubiladas de la Argentina.

Es que, según el relevamiento que realiza el centro sobre los medicamentos de mayor consumo entre las personas de la tercera edad, ese segmento de bienes esenciales para la vida sufrió aumentos muy superiores a los del promedio.

El estudio indica que, a fines de noviembre de 2023, esos medicamentos en particular mostraron subas del 25,7% seguidos en el mes de diciembre de ese mismo año por una escalada del 40,9%. Luego continuaron con subas persistentes en enero (13,6%), febrero (15%), marzo (8,4%) y luego sucesivos aumentos entre abril de 2024 y enero de 2025 de, en promedio, un 2,47%.

Por eso, dice el estudio, “desde que Javier Milei ganó el ballotage en noviembre de 2023 los medicamentos que las personas mayores utilizan habitualmente alcanzaron en promedio una inflación acumulada de 220%, superando a la ya elevada inflación de ese mismo período: 215,3%”.

Pero para los medicamentos que forman parte de la denominada canasta del PAMI los aumentos desde noviembre de 2023 acumulan un 361,6% de aumento.

A la hora de analizar la evolución interanual de los precios de los diez medicamentos con mayor suba de precios entre enero de 2024 y 2023 surge que, en promedio, lo hicieron un 102,5% y descolla, por ejemplo, el DAFLON 500, “un venotónico utilizado para aumentar la tonicidad de las venas y vasculoprotector utilizado para aumentar la resistencia de los pequeños vasos sanguíneos, que aumentó 101,6%”.

El tradicional IBUPIRAC 600 mg, un antiinflamatorio no esteroideo (AINE) entre los más utilizados para combatir dolores y fiebre y “utilizado en personas mayores para combatir lumbalgia, dolores musculares, hombro congelado (capsulitis), osteoartritis, espondilitis anquilosante, artritis reumatoidea, poliartritis crónica, bursitis, tendinitis, que aumentó 110,9%”.

En el mismo período, los jubilados y pensionados que perciben el haber mínimo y el bono, perdieron un 6,6% de sus ingresos en términos reales. En parte porque en el cambio de fórmula resignaron unos diez puntos en el mes de enero y, sobre todo, porque el bono de $70 mil se encuentra congelado desde hace nueve meses.

Pero el retroceso de los haberes jubilatorios es previo. Por eso, indica el informe, “la jubilación mínima con bonos, en términos de la canasta de medicamentos PAMI, sufre una caída de 40,3 puntos porcentuales entre junio 2023 y enero 2025”. Si se tomara la evolución de la jubilación mínima sin bonos, en el mismo período, “la caída es de 42,7 puntos porcentuales”.

Pero la suba del precio de los medicamentos en paralelo con una caída de los ingresos de los jubilados oculta una situación todavía más gravosa para los trabajadores pasivos. Es que, durante 2024, se modificó la normativa del PAMI acerca de la entrega de medicamentos gratuitos a los jubilados vigente desde 2020 y que, en sus diversas modalidades, llegó a representar en promedio un 26% del haber mínimo.

La nueva normativa limitó el beneficio a aquellos jubilados que perciben hasta 1,5 jubilaciones mínimas y puso un tope de hasta cinco medicamentos por persona. Los jubilados alcanzados, explica el informe del CEPA, “de todas formas deben realizar un trámite para obtener el beneficio”, reduciendo por la vía de los hechos el alcance del programa.

 

 

Nota Tiempo Argentino -Por  Alfonso de Villalobos