Tamarit: "Lo público puede ser eficiente y la universidad es testimonio de ello"
- Publicado el 25/08/2024
Graduadas y graduados de la Universidad Nacional del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires (UNNOBA) recibieron sus diplomas en los actos de colación de grado académico realizados esta semana en las ciudades de Pergamino y Junín.
En una emotiva ceremonia que tuvo como protagonistas a quienes cursaron sus estudios universitarios en la UNNOBA y recibieron sus títulos, el rector Guillermo Tamarit les tomó juramento y celebró que “una vez más la Universidad se vea repleta de una multitud de personas comprometidas con la tarea de forjar destinos a través de la educación”.
En su mensaje a los 286 graduadas y graduados, que asistieron a los actos acompañados por familiares y amigos, el rector expresó: “Esta es una fiesta para la Universidad y un testimonio de que esto también es nuestro país. Actos como estos hay en más de sesenta universidades públicas a lo largo y a lo ancho de la Argentina, y muestran claramente la función que cumple la universidad pública. A contracorriente de lo que vemos a diario, tenemos un país, una juventud y unas familias maravillosas”.
Tamarit compartió algunas consideraciones respecto del presente que atraviesan las instituciones democráticas al señalar: “Hay un gran descontento respecto de las instituciones representativas, una erosión de los partidos políticos, de los dirigentes y una fragmentación política que no nos permite vislumbrar cuáles son aquellos consensos que nos van a permitir superar las dificultades que tenemos”.
“De la mano de toda esta situación de desesperanza aparecen un conjunto de discursos que anclan las soluciones en situaciones providenciales o mágicas y esto nos hace plantearnos si estamos frente a una crisis de la democracia, o si hemos superado esa idea que teníamos de ella y, de aquí en adelante, ese conjunto de derechos que suponíamos que constituían el núcleo de la idea de la democracia y de la república dependerá de los estados de ánimo de quienes resulten electos”, prosiguió.
Con la misma impronta, observó con preocupación que “ese malestar alimenta autoritarismos y populismos que alejan la posibilidad cierta de resolver los problemas de desigualdad social y económica y los niveles de pobreza que cuestionan con toda razón las respuestas institucionales que no aparecen”.
En este escenario, consideró que la democracia supone la posibilidad de dar estos debates y proponer alternativas. “Por esto, una vez más, decimos desde la UNNOBA que necesitamos más y mejor democracia. No apelaciones a atajos que nunca nos han conducido a ninguna respuesta sustentable”, enfatizó. Y apeló a una frase de Domingo Faustino Sarmiento para referir que el éxito económico no alcanza para resolver los graves problemas que afectan al país: “Sarmiento alguna vez dijo: ‘El solo éxito económico nos transformará en una próspera factoría, pero no en una nación de bienestar económico, al servicio de la cultura y la educación’. Rescatando la vigencia de ese pensamiento, creemos que están íntimamente asociadas la idea de democracia y educación”.
“Debemos, una y otra vez, apostar a mejorar la educación, aún en los momentos de mayor dificultad, y quienes estamos en el sistema educativo, alzar la voz para no perder de vista el rumbo y caer en el error de creer que podemos destruir la educación bajo el argumento de que hay una coyuntura económica adversa, pensando que mágicamente luego la vamos a poder reconstruir”, recalcó Tamarit.
Un compromiso
El rector de la UNNOBA ratificó el compromiso que los universitarios deben asumir con el resto del sistema educativo y con la propia sociedad para mejorar la educación. “Debemos involucrarnos en la situación de la escuela primaria, de la secundaria, y por supuesto revisar muchas de nuestras prácticas”.
“La Universidad no puede seguir funcionando como hace años. La Universidad persigue un horizonte y está todo el tiempo siendo desafiada por el desarrollo científico tecnológico por las nuevas metodologías de la enseñanza y los nuevos contenidos. Y por supuesto tenemos mucho para corregir; pero de la misma manera señalamos que las cosas que hacemos bien en lo público tenemos que sostenerlas. Y la Universidad pública argentina es uno de esos ejemplos”.
En este punto, mencionó que, así como en otros niveles del sistema educativo las familias eligen instituciones de gestión privada, en el nivel superior, el 85 por ciento de las y los estudiantes optan por la educación de gestión pública. “Esto es producto de una larga y virtuosa tradición que hay que conservar. Lo público puede ser eficiente, puede tener buenos resultados y la Universidad pública es testimonio de ello”.
Con respecto a la UNNOBA, describió algunas decisiones tomadas para dotar a la institución de calidad y acompañar el desarrollo, la transferencia de tecnología e incorporar herramientas que acompañen el proceso de formación de las y los estudiantes: “Estamos involucrados con un conjunto de líneas de acción que nos permiten presentarnos no solo ante la comunidad de Pergamino, Junín y la región, sino ante el país y Latinoamérica como una institución que va al paso de lo que se espera de una educación educativa superior”.
En este sentido, insistió en la importancia del financiamiento del sistema educativo: “Es imposible pensar que podemos tener actividades equiparables con cualquier universidad del mundo si no financiamos nuestros gastos, los salarios de docentes y no docentes y si no invertimos en investigación”.
Testimonio del valor de la universidad
Sobre el final de su discurso, Tamarit se dirigió a las y los graduados y sus familias al señalar: “Son el resultado más palpable del desarrollo de la universidad pública en nuestro país”.
“Detrás de cada uno de ustedes hay familias, parejas, amigos, hijos que han hecho un gran esfuerzo y los han acompañado. La universidad no sería posible sin ustedes, y sin ellos”, dijo a los graduados y los convocó a asumir como universitarios un compromiso: “Los invito a reflexionar sobre la responsabilidad que tienen con aquellos que ven de lejos a la universidad y la sienten como una quimera inalcanzable. A ellos debemos destinar nuestros esfuerzos, y si no lo hacemos con el imperativo ético que supone terminar con la pobreza, aun debemos hacerlo porque las sociedades que se desarrollan en forma homogénea, las más educadas y las que tienen mayor capital humano, son aquellas que han sabido desarrollarse con equidad. Estoy seguro de que como universitarios asumirán ese compromiso y se sumarán, cada uno desde su lugar, a la tarea de seguir haciendo más y mejor universidad para los que vienen”.Tamarit