Paro y movilización: "La clase trabajadora expresará su repudio a las políticas de ajuste de este Gobierno", afirmaron desde la Unión Sindical Junín
- Publicado el 26/04/2019
Finalmente el paro del 30 de abril sumará movilizaciones callejeras en todos los grandes centros urbanos. Así lo acordaron los dirigentes del Frente Sindical para el Modelo Nacional, de organizaciones sociales, de las regionales cegetistas y de las diferentes vertientes de la CTA.
“La clase trabajadora argentina expresará en forma contundente, en cada rincón del país, su repudio al brutal ajuste implementado por el gobierno nacional, convertido en un simple administrador del nefasto acuerdo con el FMI, que condena a la Argentina y a su pueblo a la pobreza, la exclusión, el desempleo y el hambre” afirmaron desde la Unión Sindical Junín
En Junín la movilización se llevara adelante en la Plaza 25 de Mayo a partir de las 19 hs, “volvemos a las calles jornada de lucha contra las políticas del gobierno” agregaron.
El acto central del día tendrá lugar en la Ciudad de Buenos Aires, que será una especie de epicentro de la jornada nacional de lucha, aunque el lugar preciso todavía es a definir. Se sabrá recién el próximo viernes tras un nuevo cónclave de coordinación pero las estimaciones indican que Plaza de Mayo sería el destino lógico.
La idea es hacer foco en la principal capacidad del gremialismo opositor, la de ganar las calles, y minimizar el impacto de que el transporte en su gran mayoría va a estar funcionando. Es que al caerse las gestiones con los gremios ferroviarios y ante la negativa de la UTA, se estima que más allá del acatamiento de subtes, vuelos y el Sarmiento, se podrá viajar.
También se espera que los transportistas que se plieguen a la huelga propongan un cronograma de contingencia para posibilitar la asistencia y la descongestión de la marcha.
Se estima que nuevamente las organizaciones sociales aportarán una multitud, cosa que ya es un clásico, y el foco de los organizadores está puesto en la idea de garantizar la seguridad para evitar infiltrados. De hecho ese era uno de los resquemores que mantenía buena parte de quienes eran reticentes a programar una gran concentración.