Pandemia -Por Maxi Berestein

  • Publicado el 13/08/2020

El consenso general es que ya nadie quiere escuchar hablar del virus. Todos preferimos que esto sólo sea una pesadilla de la cual nos despertáramos, para volver a nuestra antigua normalidad, que tanto extrañamos.

Pero lo cierto es que eso no es posible, el virus existe, es altamente contagioso, hay 20 millones de personas contagiados en todo el mundo y lamentablemente más de 735 mil, no han logrado sobrevivir. Además, como si esto fuera poco, el virus y sus características de contagio, han puesto en jaque a las economías más robustas del planeta.

En el medio de todo esto está nuestro país, con las características propias de la región, arrastrando todos sus problemas históricos, que se han profundizados por el fracaso del último gobierno.

Sin embargo, burlando los pronósticos de los indignados, la Argentina ha demostrado administrar esta adversidad con templanza, determinación y sensibilidad como pocos países en todo el mundo, muy pocos.

No espero convencer a nadie, ni justificar con estas líneas las dificultades que efectivamente están atravesando muchos vecinos. Entiendo que ninguna estadística levanta una persiana cerrada, o restituye un empleo, ni mucho menos recupera una vida.

Pero debo reconocer que me duele que muchos de los responsables de hacer los análisis y comparar realidades, desde la comodidad del poder, solo  direccionan su esfuerzo para comunicar odio, transmitir debilidades, y promover la angustia, como una receta efectiva para la fragmentación nacional.

Lo que nos permitió llegar a los resultados que refleja el gráfico, no solo responde al liderazgo del Presidente, el jefe de gobierno porteño y los gobernadores, sino también al trabajo en conjunto de todos los argentinos.

Es importante que valoremos los resultados obtenidos, que reivindiquemos el poder de la unión nacional, que afiancemos la justicia, que consolidemos la paz interior, que promovamos el bienestar general, y que aseguremos los beneficios de la libertad.

Permitámonos estar orgullosos de nuestro país, y no para actuar con soberbia frente a los demás, sino para construir la identidad nacional, que tanto les preocupa a los que promueven la grieta.

 

Maxi Berestein concejal del Frente de Todos