Milei un turista VIP: El Gobierno destinó más de $80 millones para que duerma en hoteles de lujo

  • Publicado el 24/02/2025

Mirar el océano, desde el balcón de un penthouse, en pleno Copacabana; tomar un café en una terraza con vista a la Fontana di Trevi; descansar del glamour de Hollywood en el exclusivo hotel donde las celebridades hacen la fiesta post Oscar; y apoyar la cabeza en una cama king size del coqueto barrio de las Castellanas. La vida de turista de Javier Milei tiene esos placeres. El presidente de la Nación, que se jactaba de asegurar que "no había plata" en el Estado argentino, destinó más de 80 millones de pesos -82.819.550,03 para ser exactos- en habitaciones de hoteles que oscilan entre cuatro y cinco estrellas. Todo esto, solo en un año.

Los números derivan de un pedido de acceso a la información pública que realizó este diario. Con una respuesta a medias, la Secretaría de Presidencia contabilizó la reserva de una docena de hoteles durante los 19 viajes al exterior que efectuó durante el 2024. De ese modo, Milei no solo cumple el record de haber viajado más países que provincias durante su gestión sino que también es el presidente con más giras internacionales -en el su primer año de mandato- desde el retorno a la democracia: 63 días los pasó afuera del país.

El lujo es ¿vulgaridad?

Una primera aclaración. Lo más de 80 mil dólares que salieron de las arcas del Tesoro en concepto de viáticos y hospedajes de Milei y su comitiva son apenas una minúscula parte del presupuesto destinado a las giras presidenciales. Es que la mayor parte está destinada a fondear los vuelos -en especial los privados- por los que Milei ya dio más de siete vueltas al mundo si se cuentan las millas arriba de las nubes. En esta nota hemos desarrollado algunos de esos gastos y el último número que circuló en el Congreso fue un gasto de 2600 millones de pesos, dicho por el propio Guillermo Francos en el informe que presentó frente a la cámara Alta.

La primera señal de que el discurso de austeridad era, solo, un slogan de campaña llegó con la primera reserva de Presidencia en un hotel extranjero. Desde la Rosada decidieron que Milei y su comitiva descansen en el exclusivo Steigenberger Icon Granhotel, que cuenta con piscina climatizada en uno de los subsuelos del edificio y una vista privilegiada a los Alpes. Con la lapicera del Estado, Milei aprobó gastar 10.342.352 pesos para conseguir ese alojamiento. Corría mediados de enero del 2024 y, por esas fechas, Milei se presentaba en el Foro de Davos para vociferar contra el "socialismo de Occidente". Un año después, se la agarraría con los homosexuales, al ligarlos a la pedofilia. 

Milei también priorizó el confort en sus viajes a Roma para visitar a su "amiga" Giorgia Meloni. En solo 365 días, viajó tres veces a la Bota: dos de ellas, hizo parada en Roma. El lugar elegido para dormir en el acogedor Hotel Intercontienental Ambascitori Palace, un ícono de la Dolce Vita en pleno centro romano. De acuerdo a Booking, cada habitación cuesta, por noche, 630 mil pesos la noche. En la gira del 9 al 12 de febrero del año pasado, Presidencia pasó de viáticos 5.711.961 pesos.

Lo que pasó por alto es que en la capital italiana, Argentina cuenta con una residencia en la que suelen alojarse diplomáticos, funcionarios y algún que otro presidente. "No funcionaba el aire acondicionado", justificaron desde el entorno del clan Milei.

Actos partidarios con la "nuestra"
Que el Presidente descanse en hoteles de más de cuatro estrellas suena lógico para el cargo que ocupa, pero entra en contradicción con la prédica de austeridad y, sobre todo, con la recesión generada por su política económica. Pero si la sencillez no es lo suyo, tampoco cierra que parte del presupuesto de viáticos se destine a solventar su participación en actos partidarios. Es que en su plan para convertirse en un referente mundial de la extrema derecha, Milei dio el presente en cuanta conferencia fue invitado. Tampoco se perdió la oportunidad de recibir premios de dudosa procedencia. Eso sí, las estadías fueron abonadas con la "nuestra".

Un caso paradigmático fue la gira por España del 17 al 19 de mayo. Milei había sido invitado por Vox para ser uno de los oradores del Viva 24, un festival de la ultraderecha española para festejarse a sí misma. Junto a su hermana y su equipo de comunicación, el Presidente viajó a Madrid y no tuvo contacto con ningún funcionario español, ya sea nacional, de la comunidad local o de la realeza. La embajada argentina debió confesar que se trataba de una "visita privada". En esos días, mientras mantenía un enfrentamiento virtual con Pedro Sánchez, el jefe de Estado aprovechó sus ratos libres para dormir en el Hyatt cinco estrellas del exclusivo Paseo de la Castellana.

Cada habitación cuesta, según Booking, 350000 pesos la noche. 

Pero el caso español no fue el único. En febrero, una comitiva de doce personas volaron desde Ezeiza hasta Washington DC. Se hospedaron en el Gaylord National Resort & Convention Center, con vista al río Potomac. La misión era dar presente en la Conferencia Política de Acción Conservadora. El viaje relámpago significaba la primera foto entre Milei y el por entonces candidato republicano, Donald Trump. Desde la chequera del Estado nacional se habilitaron los gastos del vuelo y del hospedaje en el lujoso hotel pero se ve que las cuentas no las hicieron bien: en la factura de los viáticos Presidencia pasó 1.475.231,96 pesos. Con solo googlear uno detecta que le hicieron precio: la noche, para una sola persona, cuesta por encima de 500 mil pesos. 

Entre el 6 y 7 de julio, Milei priorizó un encuentro de CPAC en Brasil en vez de concurrir a una reunión del Mercosur. Así las cosas, el presidente viajó a Camboriú junto a su hermana, el ministro de Defensa Luis Petri, el vocero Manuel Adorni y parte de su séquito comunicacional en el que sobresale su cineasta personal, Santiago Oría. Todos descansaron en el Hotel Mercure, frente al mar, en el balneario favorito de los Bolsonaro. No faltó la oportunidad de tener una foto de ambos y el obsequio de una medalla que registra si los hombres tuvieron sexo anal. Sí, así de bizarro como se lee.

No hay almuerzos gratis

Gran parte del recorrido de la nota muestra a dónde fueron los ochenta millones de pesos que la Rosada dispuso como gasto de viático durante las giras internacionales. Pero, al igual que con el criptogate, hay varias cosas que no cierran. 

Por caso, para la segunda gira internacional como Presidente, Milei marcó en el mapa dos destinos: Israel e Italia. En el primero lo pasó en el Hotel King David, un cinco estrellas frente al mar Mediterráneo. El hospedaje fue pagado enteramente por el gobierno de Benjamin Netanyahu, de acuerdo a la información que obtuvo este diario. Y si bien no se sospechó de dádivas, antes y después del viaje, el propio Milei insistió en que su objetivo es mudar la embajada argentina de Tel Aviv a Jerusalén, con las consecuencias de geopolítica que eso implica.

Las incongruencias se acumulan con el resto de las facturas. La tan mencionada gira a Miami, en la que Milei recibió una distinción de la comunidad ortodoxa Jabad Lubavitch contó con otro regalo: las noches que el Presidente descansó en la lujosa suit de Gran Beach Hotel -una posada codiciada por aquellos argentinos que perciben a la Florida como su segunda patria- al Estado argentino le costó cero pesos. ¿Quién se hizo cargo de la cuenta y a cambio de qué? Página/12 no obtuvo la respuesta.

Milei suele decir que no hay almuerzos gratis, para decir que toda acción tiene su costo. Como se observa, las estadías tampoco lo son.

 

Nota Página 12-Por Jeremías Batagelj