Matrimonio y DNU: la insólita comparación que hizo Sturzenegger

  • Publicado el 23/12/2023

Luego de burlarse de los caceroleros que se movilizaron contra el mega DNU regresivo que él mismo se jactó de haber confeccionado, el economista y asesor no designado del gobierno Federico Sturzenegger minimizó desregulación de los riesgos de trabajo comparándolos con el matrimonio: “El matrimonio es recontra más peligroso” y, sin embargo, la gente se casa, lanzó con desparpajo.

La ocurrencia del extitular del Banco Central durante el gobierno de Mauricio Macri fue hecha para intentar una justificación de la “liberación” de los emprendimientos privados sin obligaciones del Estado posibilitados por el paquete de medidas y derogaciones que lanzó el gobierno de La Libertad Avanza (LLA).

“A las leyes las derogamos. Que cada uno haga su emprendimiento como monotributista”, defendió Sturzenegger durante una entrevista por TN en la que fue consultado sobre los alcances y las zonas grises del paquete de derogaciones que diseñó.

En esa hipótesis de que cualquier persona puede emprender una actividad rentable sin el control del Estado, el entrevistador le preguntó: ¿Qué ocurriría con “un señor que pone una agencia turística e invita a escalar, pero no tiene condiciones de seguridad mínima?".

La respuesta de Sturzenegger fue con sorna: “¿Cuál es el contrato más riesgoso que firmás en tu vida? El matrimonio, que es recontra más peligroso que ir a hacer una caminata con un flaco en (las sierras de) Calamuchita”.

No es la primera vez que el exfuncionario de Domingo Cavallo se pone mordaz cuando se le consulta sobre lo que no puede explicar. De hecho, el día después de los primeros cacerolazos contra el DNU respondió en ese tono cuando se le preguntó sobre los manifestantes: "No sé cómo leyeron tan rápido el DNU y salieron a protestar", chicaneó.

Con la comparación con el matrimonio, lo que hizo el "asesor" del presidente Milei para defender la falta de necesidad de un control estatal fue minimizar la eficacia de la contratación de un seguro de vida, comparándolo con los riesgos que una persona toma al casarse con otra.

El matrimonio “es un contrato de alto riesgo” y “el Estado no tiene absolutamente nada que hacer inmiscuyéndose en con quién te casás, ni en el sexo de la persona ni en la edad ni en nada”, argumentó forzando la comparación y dejando de lado que existen regulaciones y resposabilidades civiles en los matrimonios.

Luego, para burlarse de los organismos del Estado, a su singular fundamentación le agregó una dosis de sarcasmo: “Si decimos que el matrimonio es un contrato muy riesgoso, por qué no hacemos un registro de novios y novias, y después una carrera de productores de matrimonio. O sea, agentes preparados por el Estado para explicarte con quién te ‘matcheas’. Y si después si te casás -prosiguió en su sarcasmo- te voy a dar un contrato escrito por un burócrata que te va a decir quién lava los platos y las otras menudencias que tenemos en el matrimonio”.

“Entonces -prosiguió en su burla- si en el matrimonio, que es el contrato más riesgoso, hacemos un culto y pensamos que es esencial eso, no puede ser que si un productor agrícola que quiere asegurarse su cosecha tenga que ir a una empresa autorizada por el Estado.”

-Entonces, ¿el andinismo es como el matrimonio? -retrucó el entrevistador.

-También tenemos riesgos de vida cuando cruzamos la calle -fue parte de su respuesta final.