Luz Lalli: “Estoy deprimido, estoy bajoneado, son términos comunes que nos toca escuchar con frecuencia en el consultorio”.

  • Publicado el 14/03/2020

Después de que René, el ex líder de Calle 13, pusiera a la luz un tema del que se habla poco, pero sucede mucho, como es el caso de la depresión, su canción superó todos los récords en YouTube y alcanzó unas 50 millones de vistas. Sus seguidores se hicieron eco o se sintieron identificados con varias de las cosas que el cantautor describe en su canción. “Exploté una noche, sentía que nadie me quería", fue una de las declaraciones que eligió René para describir su depresión, además asume que después de ese suceso eligió hacer terapia y acompañado por una psicóloga logró superar su problema.  

A365, dialogó con la Psicóloga Luz Lalli, desde su orientación de psicoanálisis, para abordar una temática compleja, que muchos sufren en silencio. Desde el psicoanálisis, la depresión es singular y como entidad nosográfica no existe, es decir, no se ocupa de mostrar cómo están clasificados y cómo se ubican sistemáticamente las enfermedades, desorden o trastorno en la salud . La clínica psicoanalítica da cuenta, en términos de estructura, de las diferentes formas de depresión que encuentra: inhibición, angustia, duelo, pasaje al acto, entre otras e interroga cómo el sujeto hace uso del goce a través de los efectos depresivos que sufre. El sujeto tiene dificultad para hacerse cargo de su propio deseo y encuentra un refugio en la depresión, un nombre que le permite identificarse y le da un lugar “soy depresivo”. 

“Estoy deprimido, estoy bajoneado, son términos comunes que nos toca escuchar con frecuencia en el consultorio. Se recibe personas con relatos que a veces pueden pasar desapercibidos o enmascarados bajo quejas somáticas, abandono de intereses, de actividades, lamento sobre un vacío de sentido de la existencia”, detalla a A365, la psicóloga  Luz Lalli, desde su orientación de psicoanálisis. 

“Cuando la persona que consulta puede tomar la palabra y pensar en relación a su historia, su posición cambia. Introducir al sujeto en la dimensión de la palabra, darle un lugar donde pensar su vida y su responsabilidad en relación a lo que le sucede, puede pasar de la queja inicial a la interrogación en relación a lo que le toca vivir y a la conexión que esto tiene con su propia historia y la vivencia subjetiva cambia. El afecto depresivo comienza a diluirse y en su lugar aparecen otras cosas, las preguntas y dudas, que es en definitiva, lo único que puede permitir un cambio”, explica Luz y además sigue: “en el momento en el que el sujeto puede empezar a hablar de aquello que le ocurre, empieza a generar algo que concierne a su deseo, empieza a generar un movimiento”. 

De esta manera, la clínica psicoanalítica examina el modo de implicación de cada sujeto en la manifestación depresiva de la que se queja. El psicoanálisis, por su parte, es un dispositivo que aborda al sujeto a través de la palabra bajo transferencia. Introduce cierta interrogación en torno al deseo. A diferencia del abordaje de los fármacos, este dispositivo  introduce un ‘hay algo que decir’, que conduce al sujeto en su particularidad. Desde este lugar el psicoanálisis no promete nada y ahí radica su posibilidad, aclara la profesional. 

Fuente: 

Luz Lalli 

MP 10624