La CGT repudió la represión policial y advirtió sobre la presencia de infiltrados

  • Publicado el 19/06/2024

El consejo directivo de la Confederación General del Trabajo (CGT) reivindicó primero el derecho a la protesta y repudió la "escalada represiva" que llevó adelante la semana pasada el gobierno nacional a través de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y las fuerzas de seguridad que conduce. La CGT reclamó además que se investiguen los hechos de violencia "que fueron armados por personal profesional infiltrado".

El comunicado de la central obrera surge a partir de la feroz represión desatada contra los que se manifestaron en contra de la ley Bases y el paquete fiscal que aprobaron los senadores el miércoles 12 de junio.  

"La CGT manifiesta preocupación por los hechos acontecidos durante y después de la concentración del miércoles pasado en el Congreso Nacional y reivindica el derecho a la protesta que se encuentra reconocido y protegido por nuestra Constitución Nacional y Tratados Internacionales de Derechos Humanos", expresó el comunicado sindical.

En esa línea, desde la CGT, destacaron "la esencialidad de este derecho para el funcionamiento de la democracia" y repudiaron la "criminalización" de las medidas de fuerza.

"Confiamos en que la Justicia no se dejará manipular y requerimos a la misma que investigue los hechos de violencia que fueron armados por personal profesional infiltrado, incluso con material bélico, que solo disponen el Ministerio de Seguridad y el de Defensa", aseguró la central gremial.

La central obrera reclamó también la "inmediata". El comunicado se había dado a conocer antes de la decisión judicial de liberar a las 16 personas que todavía se encontraban  detenidas tras la movilización contra la Ley Bases. Poco después, la justicia anunció la liberación de la mayoría de los detenidos y solo dejó encarcelados a cinco. Es más, a la mayoría de los que habían sido detenidos les declararon la falta de mérito. 

Las diferencias

De todas las movilizaciones, paros y expresiones públicas de rechazo a las políticas del gobierno de Javier Milei, la CGT participó, convocó y organizó varias de ellas. Sin embargo, las corrientes internas de la central obrera no lograron conciliar una posición única respecto de la movilización del miércoles 12 de junio.

Luego del último paro general sucedido el 9 de mayo pasado, afloraron nuevamente las viejas diferencias entre los triunviros de la CGT. Los gremios que responden a Héctor Daer consideraron que era tiempo de cambiar la estrategia y volver a buscar la posibilidad de abrir un canal de negociación ahora que Guillermo Francos había ascendido a la condición de Jefe de Gabinete. 

El sector que responde al triunviro y secretario adjunto de camioneros, Pablo Moyano, consideró que era preciso continuar con la estrategia de confrontar con el gobierno libertario y apostar a voltear la ley Bases y el paquete fiscal. Para eso se reunió con organizaciones sociales y organismos de derechos humanos para continuar con ese plan de lucha. 

Las diferencias predominaron. La asamblea de Organización Internacional del Trabajo (OIT) llevó a que buena parte de los dirigente sindicales de la CGT enrolado en la propuesta dialoguista a trasladarse a Suiza. Fue ese el mejor pretexto para dejar solo a Moyano sin que pareciera que había diferencias irreconciliable. 

El camionero de todas formas no se amilanó y convocó a movilizar. Eso sí, tuvo la precaución de no hacer la conferencia de prensa, donde se anunció la movilización, en la sede de la CGT y lo hizo en el gremio del Smata, el de los mecánicos.

Por ahora no hay motivos para pensar que estas diferencias puedan generar una fractura interna dentro de la central sindical. Ninguno de los sectores considera como una virtud el posible quiebre así que hasta nuevo aviso mantendrán la unidad. Una situación que les permitió, en lo que va del año, mostrar fortaleza y poder político.

El regreso de los dirigentes sindicales, tras su paso por Europa, se produjo después de la represión. Esto provocó que el consejo directo se expresara y repudiara los hechos de violencia que provocaron, como afirmó el comunicado, "los infiltrados" que hubo durante la movilización.