Juanjo Domínguez, convertías la guitarra en golondrinas
- Por Juan Francisco Vilches -
- Publicado el 12/02/2019
“Cómo hace para tocar así la guitarra, maestro?”, le preguntó un sorprendido Diego Maradona a Juanjo Domínguez, luego de un recital. “Y vos, ¿cómo hacés para jugar así a la pelota?”, le replicó el músico.
Cada vez que recordaba esa anécdota, Juanjo sostenía que el genio existe más allá de cualquier explicación racional. Es que la guitarra para él –como la pelota para Maradona- no era un instrumento, sino una extensión misma de su cuerpo. Hasta el domingo, cuando murió a los 67 años y vistió de luto a la música.
Juan José Domínguez nació en Junín el 23 de octubre de 1953, y a los tres años se fue con su familia a Lanús. Cada artista talentoso tiene un mito de iniciación. En este caso, cuenta la historia que su padre, panadero y guitarrista aficionado, no podía terminar una melodía en una velada familiar. Lo intentó varias veces sin éxito. Entonces el niño Domínguez, de cinco años, pidió el instrumento y terminó la melodía. La reacción del padre fue no tocar más la guitarra y llevar a su hijo al Conservatorio.
A los 8 años debutó en el viejo Canal 7 junto a Jaime Dávalos. Desde ese momento podríamos decir que nunca soltó su guitarra, tocando tango y folclore por el país, América Latina, Estados Unidos, Europa, China y Japón. Grabó 24 álbumes como solista y 130 en colaboración. Acompañó a artistas como Roberto Goyeneche, Horacio Molina, María Graña, Rubén Juárez, Horacio Guarany, Armando Manzanero, El Cigala y Andrés Calamaro, por citar algunos. Todos querían tocar con Juanjo: además de tener un increíble talento, era una persona entrañable.
Su actuación en el Salón Blanco de la Casa Rosada, donde realizó una épica versión del Himno Nacional, quedará por su peso simbólico como la más trascendente de su trayectoria.
Domínguez mantuvo un lazo afectivo muy fuerte con la ciudad. En cada rincón del mundo donde se presentaba decía que era juninense. Cuando cansado de la burocracia de las discográficas decidió fundar un sello, lo llamó “Junín Music”. Fue declarado Ciudadano Ilustre y recibió el cariño de la gente en muchas ocasiones, siendo el más recordado el multitudinario recital en la Expo Junín 2014.
En la mañana del domingo 10 de febrero, desde su cuenta oficial de Facebook publicaron la noticia que inundó de tristeza el mundo de la música. De todos los homenajes que recibió, quizá las palabras de Andrés Calamaro son las que dan en el blanco del sentimiento popular, y desde la simpleza llegan a una profundidad poética que rima con el espíritu del arte arrabalero del juninense. En su cuenta de tuiter, el Salmón escribió: “Hermano. Convertías la guitarra en golondrinas”.
Hasta siempre, maestro Juanjo Domínguez.