Eso que llaman amor es trabajo no pago: Macri eliminó las jubilaciones para las amas de casa
- Publicado el 15/05/2019
En el año 1997 se sancionó la Ley Nacional de Moratoria y en plena época menemista parecía una verdadera utopía que se llevara a cabo. Y así fue. No se puso en marcha y las AFJP seguían con su contiendo de negociados, entre algunos puntos de la ley los beneficios eran escasos y, por ejemplo, las personas no tenían los beneficios de Pami.
Ley Nacional de Moratoria recién la implementó el presidente Néstor Kirchner en 2006, y de esta manera las mujeres que tenían 60 años y no llegaban a tener los 30 años de aportes pudieron comprar años con un sistema de planes de pago muy accesible.
Según ANSES con este sistema accedieron al régimen alrededor de 4 millones de personas en todo el país.
Pero esta semana el Gobierno de Macri siguió los pasos del Fondo Monetario Internacional y a partir del 1 de julio de 2019 se quita la jubilación para las amas de casa. Un claro ejemplo hacía donde quieren dirigir las políticas económicas: el ajuste a los más vulnerables, el ajuste a las mujeres.
La Ley Nacional fue fundamental para reconocer el trabajo de las amas de casa y el empleo doméstico como cuidadoras o en tareas de limpieza, en general informal.
Un millón setecientos noventa y seis mil cuatrocientas treinta y nueve mujeres que entre 2003 y 2016 se jubilaron por moratoria previsional a través de la ley 24.476. Pero esta medida, que benefició a mujeres entre 60 y 65 años que cuentan con menos de 30 años de aportes para que pudieran jubilarse, llega a su fin. El presidente Mauricio Macri no sólo no va a renovar esta legislación, sino que problematizó el sistema para que no puedan acceder quienes se quieren jubilar antes de la fecha de caducidad.
“La moratoria es la decisión política de reconocer a la jubilación como un derecho, es decir, reconocer al trabajo más allá de los aportes o no, porque la persona que trabajó, independientemente de la regularidad o no, hizo un aporte a la sociedad con su trabajo. En ese sentido, es fundamental para las amas de casa y es un reconocimiento al empleo doméstico, porque, valga la redundancia, se les reconoce el trabajo para reproducir la fuerza de trabajo” definió Eva Sacco, economista y miembro del Centro de Economía Política Argentina (CEPA).
Las mujeres tienen una doble jornada laboral (se estima según el INDEC que destinan 6 horas promedio por día a tareas domésticas), pero solo perciben ingresos por una jornada, que tiene –por otro lado– menos horas que la de los varones y, por ende, se traduce en la percepción de ingresos menores.
Fuente: CEPA