“Amelí”, el proyecto de cerveza artesanal, que lejos de bajar los brazos, experimenta nuevos productos
- Publicado el 18/05/2020
Mauro Villasanti, en 2017 empezó a convertir el garaje de su casa en una pequeña fábrica de cerveza artesanal; Por un gusto personal, su proyecto comenzó a tomar forma y de a poco comenzó a comercializar finalmente su producto: ‘Amelí, tú cerveza artesanal’. Todo marchaba bien hasta que se vio, como tantos otros productores, afectado por la llegada de la pandemia al país y la inevitable cuarentena obligatoria. Mauro no es ajeno a las dificultades que atraviesan otros artesanos y entiende que es una situación difícil de afrontar, sin embargo, aprovechó esta etapa para experimentar nuevos sabores que estarán listos para sacar a la venta en cuanto termine finalmente el aislamiento.
El proyecto de Mauro surge como algo autosustentable, la idea era no gastar dinero de su bolsillo para comprar insumos para la elaboración; Con la plata que fue generando con esta iniciativa compro choperas, cambió algunas ollas por otras más grandes y comenzó a introducirse en el alquiler de choperas para fiestas, armó una barra y comenzó a participar de ferias. A partir de ese momento comenzó a trabajar mejor y al ganar dinero pudo comprar más insumos y materia prima.
“Las primeras experiencias de venta fueron a familiares y amigos, de ‘boca en boca’ se fue transmitiendo lo que estaba haciendo; La gente empezó a conocer el producto y empezó a crecer la demanda de esto que hoy es Amelí. Su nombre surge de un juego de palabras con mi hija, su segundo nombre es Amelí y un día le pregunté cómo podríamos llamar a la cerveza, al emprendimiento que estábamos haciendo y me dijo: Amelí’; La idea estaba buena, nos gustó y así surgió ‘Amelí, tu cerveza artesanal”.
Mauro estaba dedicado a elaborar dos estilos de cervezas, una rubia, ligera, que se llama Golden y otra que es la Scottish, roja, un poco más robusta, con sabor a chocolate y maltas tostadas. Cuando empezó la cuarentena empezó a experimentar y va a sacar al mercado dos estilos más: una IPA y una negra. Mauro asegura que ya casi están listas para salir, y está a espera de que todo esto pase para poner a la venta el nuevo producto.
“Con la llegada de la cuarentena tuvimos que parar mucho la producción, estábamos trabajando con unos amigos, muy bien, produciendo 150 litros por semana para el bar y dentro de todas las posibilidades que nosotros tenemos era un montón de trabajo comparado con otras épocas. Tuvimos que frenar todo y empezamos a utilizar este espacio para experimentar”, cuanta Mauro a A365.
El fabricante de Amelí no se desentiende del duro momento que están pasando los distintos artesanos de la ciudad y nos manifiesta: “muchos compañeros se quedaron un poco parados porque gente que produce mayor cantidad, se quedó con mucha cantidad de cerveza producida y sin poder moverla, hoy están trabajando por delivery, embotellando sus productos para que les sea un poco rentable y seguir solventando los gastos que tienen como empresas más grandes. Nosotros no tenemos ese problema porque no vivimos de esto, pero sí nos golpea un poco como microemprendedores”.
Mauro, seguramente como tantos otros, esperan que pase este momento lo más rápido posible e imaginando la próxima feria, cuando toda esta situación pase, nos comenta: “a la próxima feria artesanal de cerveza en Junín, me la imagino con más con productores de la ciudad. Siempre se le da mayor interés a gente que viene de afuera, y realmente se tendría que dar más propaganda a los artesanos de Junín, porque nos ha pasado de participar en algunas ferias y pocos son los que le dan prioridad a los artesanos locales, que hay muchos y son muy buenos. Ojalá sea pronto”.