A pedido del FMI, Milei proyecta un ajuste en la AUH y las asignaciones familiares
- Publicado el 22/09/2025
El gobierno de Javier Milei se dispone a eliminar la actualización automática de la Asignación Universal por Hijo, hasta ahora atada a la movilidad jubilatoria, que toma como guía a la inflación. Lo mismo quiere hacer con las asignaciones familiares que cobran los hijos de los trabajadores en relación de dependencia y monotributistas. Si bien la Casa Rosada no ha dado explicaciones sobre el por qué de esta medida, su razón no es difícil de rastrear: se trata de una de las promesas que Economía le hizo al FMI para aprobar la primera revisión del acuerdo con el Fondo.
La propuesta ya fue oficializada por el mileísmo, que la incluyó en la Ley de Presupuesto 2026 enviada al Congreso. Si se concreta, implicará que el monto de la AUH, en vez de actualizarse de manera automática todos los meses, de acuerdo al índice de inflación, pasará a depender de lo que considere apropiado el ministerio de Capital Humano. Esto sería un enorme retroceso en el reconocimiento de los derechos de la infancia. Especialmente de aquellas niñeces a las que les tocó nacer en ámbitos social y económicamente vulnerables; pero también para los hijos de quienes aún cuentan con trabajo formal, en blanco.
Un criterio que no sorprende. Como se ha visto en los dos años que lleva La Libertad Avanza en el gobierno, los recortes de derechos de cada embate libertario pueden empezar por los que menos tienen, pero siempre recortan también, e indefectiblemente, a la clase media.
De derecho a bono
El diputado y ex ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo advirtió a Página/12 que al desacoplar la Asignación Universal por Hijo de las jubilaciones, “el gobierno va hacia un esquema de ajuste, de recorte y pérdida de ingresos de la AUH”.
“La movilidad jubilatoria es un mecanismo asociado a la inflación, está claro que si se desengancha de ese índice, la AUH va a perder poder adquisitivo”.
“Por otro lado, esto significa romper el esquema del derecho, porque la asignación universal por hijo hoy forma parte del sistema de seguridad social, pero en la medida que la desenganchen del aumento jubilatorio, si sucede esto, en la práctica, con los años va a pasar a ser una especie de bono de apoyo a las familias pobres. Algo mucho menor, como tendencia, a lo que es hoy”.
En la actualidad la AUH y la asignaciones familiares para los hijos de quienes tienen trabajo formal se actualizan cada mes, de acuerdo al Índice de Precios al Consumidor (IPC) que informa el Indec. Esto se debe a que en 2015 la Ley 27.160 estableció que las asignaciones familiares deben incrementarse en el mismo porcentaje que las jubilaciones. Este es el mecanismo de actualización automática que el gobierno quiere suspender.
Ajuste sin fin
La intención de eliminar el mecanismo de actualización automática de la AUH fue detectada por la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ), que la publicó en un informe en el que advirtió también que el gasto en servicios sociales del Presupuesto 2026 es un 15,9 por ciento más bajo que en 2023. El dossier reconoce que tanto la AUH como la Tarjeta Alimentar tienen, en el Presupuesto 2026, una inversión similar a la de los últimos años, pero enciende un alerta sobre los cambios en su forma de actualización.
El tema pone sobre la mesa la magnitud de la crisis que atraviesa el gobierno. La AUH y la Tarjeta Alimentar fueron, durante el primer año y medio de la gestión de Milei, sus principales políticas de asistencia social, a las que incrementó en sus montos de manera muy importante mientras desarmaba el resto de los programas, como el Potenciar Trabajo (sus cooperativas y emprendimientos), la urbanización de barrios, los comedores comunitarios y los espacios para el cuidado de las infancias. Que ahora el gobierno acepte el pedido del FMI de terminar con su actualización automática muestra cuán necesitado está del socorro norteamericano, ante quien tramita otro crédito extraordinario que le permita sostener el valor del dólar hasta las elecciones de octubre.
¿En qué medida fue importante la AUH para la gobernabilidad en lo que va del gobierno de Milei? En el primer año de su gobierno, Milei la llevó al doble de lo que había sido con Alberto Fernández. Al mismo tiempo, amplió el universo de quienes recibían la Tarjeta Alimentar, que llegaba a familias con hijos de hasta 14 años y fue extendida a los 17. En octubre del año pasado, Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina, señaló que sin la AUH y la Tarjeta Alimentar la indigencia hubiera llegado al 25 por ciento. El investigador Andrés Schipani le dijo al diario La Nación, en mayo pasado, que la AUH era entonces "un 23 por ciento más alta que la que se pagaba con Alberto Fernández e incluso 10 por ciento más alta que la que se pagaba con Cristina Fernández de Kirchner", su creadora. Es decir que no se trata de una política menospreciada por Milei; más bien, todo lo contrario.
Pedido de intervención del Congreso
En las organizaciones sociales la noticia fue recibida con preocupación.
En ellas se vivió el antecedente de lo que el gobierno se propone encarar: en diciembre de 2023, apenas asumió en la Casa Rosada, Milei desenganchó el Potenciar Trabajo de la actualización del Salario Mínimo, Vital y Móvil. Es decir, hizo lo mismo que propone ahora para la AUH con respecto a las jubilaciones. A partir de entonces, el Potenciar fue congelado y hoy es de apenas 78 mil pesos.
De ser un salario social -con todos los cuestionamientos que haya podido tener su implementación- que complementaba los ingresos de trabajadores informales, su valor adquisitivo cayó hasta convertirse en una suma ínsignificante. Aquel fue el primer paso para tirar por el piso el frágil andamiaje de derechos que habían logrado conquistar los trabajadores de la economìa popular en los años previos y desorganizarlos.
Lo que se avisora ahora es aún más preocupante, en la medida que tiene que ver con la protección de la infancia.
Norma Morales, de Barrios de Pie, dice que “el 2024 fue un año durísimo para las familias que cobran la AUH, que son las mismas que necesitan de los comedores : la inflación les devoró cada peso, mientras los precios de la canasta básica se disparaban”. Su movimiento es uno de los que le vienen dando voz a las cocineras de los comedores populares, que reclaman que el Estado nacional vuelva a proveer de alimentos a los comedores y merenderos.
“Nuestras niñeces hace meses que no pueden acceder a alimentos básicos como pollo, carne, yogur, queso, leche, cereales o frutas, que aparecen apenas una vez cada tanto. Son esos niños y niñas de los barrios populares los que se van a dormir con la panza vacía. Ya no tienen garantizado el desayuno, el almuerzo ni la cena, su seguridad alimentaria está en riesgo”.
Morales agrega que “a Asignación Universal por Hijo “no es una dádiva, sino un derecho conquistado que desde 2009 vino a reparar desigualdades históricas, reconociendo que el Estado tiene que cuidar y proteger a todos los niños y niñas de nuestro país”.
Por eso le pedirán al Congreso que garantice la actualización automática de la AUH como una política de Estado intocable. También analizan la posibilidad de hacer presentaciones judiciales con el mismo objetivo.
Nota Página 12-Por Laura Vales