La meditación, una herramienta para tiempos difíciles

  • Publicado el 14/11/2020

Personas de distintas partes del mundo han encontrado en la meditación una herramienta para enfrentar las dificultades de los nuevos tiempos que impuso la pandemia. En ese marco, el centro de yoga de Junín “El Espacio” ofrece desde hace siete meses distintas actividades virtuales.

Gustavo García, director de El Espacio, cuenta: “Al día siguiente que se estableció el confinamiento obligatorio comencé con las clases virtuales abiertas y gratuitas, como una manera de brindar técnicas y herramientas que sirvieran para enfrentar la angustia por el cambio y la incertidumbre por el futuro”.

En los primeros meses, durante el confinamiento estricto, las clases fueron diarias, es decir, que incluso se dictaban durante los sábados y domingos. “Consideré que el acompañamiento debía ser constante porque eran tiempos de mucha angustia y desesperación. Entonces, dictaba una meditación a la mañana para comenzar el día con entusiasmo, una clase de yoga a la tarde para mantener el cuerpo en movimiento, una meditación a la tardecita  para calmar la mente y, finalmente, para terminar el día una relajación”. Así, personas de distintos puntos de Argentina y de otros países se fueron sumando a las propuestas de El Espacio.

“La idea fue convertir este tiempo, aparentemente muerto, en una oportunidad para desarrollar sueños u objetivos que estaban latentes en cada uno”, resume Gustavo García.

En la actualidad, a través de las cuentas de Instagram (@elespacioyoga) se ofrecen clases de meditación abiertas, y de Facebook (@elespacioyogajunin) clases de yoga y cursos de meditación. 

Algunas experiencias: 

“El efecto de la meditación diaria y sostenida es increíble. Puedo estar en calma y feliz a pesar de todo lo que ocurre afuera. Mi familia recibe ese bienestar, al estar bien y centrada.  Ser parte de El Espacio y del grupo que formamos, es muy gratificante, siendo realmente una red de contención” (Claudia, San Cayetano).

“El camino recorrido durante estos meses me permitió ver mi vida completa, conocerme y con mucha voluntad y consciencia elegir de qué manera quiero vivir, cuáles son mis sueños e ir tras ellos, encontrarme con mis miedos, mis resistencias y superarlos pensando de una manera más positiva. Dejar las excusas para empezar a disfrutar y ser feliz, soltar el pasado y crear una nueva realidad” (Bárbara, Junín).

“Aprendí a aplicar la voluntad y la constancia en las cosas cotidianas de mi vida, lo que me permitió mejorar mi alimentación, dejar de fumar e incorporar la actividad física y el yoga a mi rutina. Dejé la ansiedad de lado y puede aprovechar la oportunidad que la vida me presentó, aun siendo la situación externa demasiado hostil.  Esto cambió la vida mía para siempre” (Valentina, San Luis). 

 


“Antes del confinamiento no venía bien, estaba angustiada, buscando la forma de encontrar un espacio para mí, algo que me haga bien y me ayude a bajar los niveles de estrés y desgano generalizado. Colapsé, me paralicé por el miedo y la incertidumbre. Luego, al meditar todos los días de manera ininterrumpida mi visión fue cambiando. Hoy me encuentro esperanzada, motivada, sin miedos, aunque con prudencia en los cuidados y decisiones que tomo, disfrutando momentos y situaciones que antes no podía lograr. Los problemas siguen y seguirán, pero cambié mi actitud frente a la vida y la mejoría llegó para mí y para mí entorno más cercano: mis pequeños hijos y mi marido. ¡Todos disfrutamos más! (Guillermina, Junín).

“La meditación me dio la posibilidad de anclar mi mente y pensamientos en positivo. Me di cuenta de que lo que quiero puede suceder, si cambio mi forma de pensar. La pandemia y el confinamiento fueron la oportunidad para trabajarme, y la meditación fue la herramienta para lograr estar todos los días bien” (Carmen, Tandil).

“Encontré generosidad, humildad, servicio, conocimientos, contención, un nuevo grupo de pertenencia y proyectos en común. Hoy elijo seguir siendo parte de esta comunidad  generosa, amorosa y altruista” (Patricia, Villa Cañás, Santa Fe)

“Más allá de la situación mundial, hacer las clases en mi casa, los cursos de meditación y el acompañamiento diario me permitió vivir más tranquila, tomando conciencia de dónde estoy y dónde quiero ir, con nuevos proyectos y en camino de cumplir mi sueño” (Jaqueline, Chacabuco).

“A través de esos maravillosos ejercicios logré cumplir mi sueño, logré estar bien física y espiritualmente, y estoy logrando poner una sonrisa a diario a pesar de las dificultades que nos trae la vida. El grupo que se formó es tan fuerte que, aunque no los conozca a todos personalmente, siento que son mis amigos. Agradecida por transitar estos momentos duros en paz y con alegría” (Graciela, Chacabuco). 

“A mediados de marzo, cuando fuimos confinados por la pandemia, me encontraba bastante mal por situaciones personales. La práctica del yoga fue el inicio de muchos cambios, a partir de la generosa propuesta de El Espacio. Me trajo mucha felicidad practicar yoga, meditación y relajación diariamente. ¡Cada día Gustavo, con su inmensa generosidad, estaba ahí gratis para todos los que quisieran unirse, brindando 3 horas de su tiempo y el resto del día ofreciéndonos su apoyo por teléfono! Así fuimos comenzando a transitar un camino hacia nuestro interior para sanar y ser mejores personas” (Alejandra, Vilanova del Cami, España).

“Desde los primeros días de la pandemia se venía acentuando un enojo con cosas cotidianas. Con las técnicas de meditación, logré no enojarme tanto. Cuando ahora me pasa algo que me descoloca, siento ese enojo que me invade como una tormenta, y aplico las técnicas que hemos incorporado” (Natalia, La Plata).

“Altamente recomendable, las clases de yoga y meditación. En épocas tan difíciles encontré armonía, relajación, equilibrio, tranquilidad” (Rosana, Junín). 

“El curso de meditación cambió mi forma de ver las cosas, me permitió conocerme con mis defectos y aceptarlos. Hoy puedo decir: soy feliz.  Mis sueños se están concretando y confío en mí y hasta dónde puedo llegar, con constancia. El yoga y la meditación trajeron paz y tranquilidad en mis pensamientos, desde ahora positivos y alegres” (Débora, Villa Cañás).

“La verdad que la pandemia me ha fortalecido en miles de aspectos. He conseguido un novio a la distancia, al cual hoy estoy esperando que viaje desde España para encontrarnos. Pude develar una historia familiar, fortalecer mi trabajo y mis relaciones, entre miles de cosas más. Las meditaciones, las clases de yoga, las charlas y la guía de Gustavo García han sido impecables” (Virginia, Junín).

“Nunca creí que podría sostenerme en la práctica de la meditación, a través de tantos meses, ya que es la primera vez que logro un hábito así. Es en una tarea para toda mi vida. Me sirvió para valorar lo realmente importante, de cada ser, de cada momento. Para dejar de cuestionar y dudar, elegir qué quiero, qué me hace feliz, qué deseo realmente” (Vanesa, Salto).

“En marzo estaba estresada, ansiosa, con incertidumbre. Después de siete meses de trabajo continuo les puedo decir que no solo estoy mejor, sino que me cambió la visión de la vida. Los trabajos fueron de una contención enorme y me ayudaron a ver este momento como una oportunidad” (Amiel, Teodelina, Santa Fe).

“La meditación me permitió, entre otras cosas, lograr serenar mi mente, aclarar mi visión de la vida, transitar el día a día con una aptitud positiva resolviendo los contratiempos con una carga emocional más acorde. Además, me brinda autoconocimiento, paz, calma y mejores percepciones” (Silvina, Junín).

“El Espacio me brindó técnicas que me ayudaron a tomar más conciencia para generar otras realidades” (Pía, Chacabuco)

“Me sentí contenida y acompañada en estos momentos difíciles que se viven. Cambió mi vida, mejorando varios aspectos de ella y también redescubriendo quién soy y qué quiero, increíblemente en una pandemia” (Lía, Junín)

“He logrado tener serenidad y cumplir sueños. Conocer gente maravillosa, donde hay una contención sincera. Voy modificando mi actitud ante la vida” (Telma, Ascensión).