La historia y el trabajo del juninense Alberto Haylli, tendrá su serie documental en Canal Encuentro
- Publicado el 31/07/2020
Alberto Haylli fue un fotógrafo y camarógrafo juninense fallecido en julio de 1994. Entre 1930 y 1990, generó una colección sin precedentes en Argentina que permaneció guardada en el altillo de un estudio de la ciudad de Junín durante 12 años.
Nuestro propósito desde que descubrimos este material es retomar el objetivo de Haylli, y darle visibilidad a su figura a través de su colección. Su obra es grandilocuente desde lo físico, exquisita desde lo artístico e invalorable desde lo patrimonial. Su mirada plantea una alegoría y un registro único del nacimiento de nuestra modernidad; Haylli muestra la ciudad y a su gente, trazando una línea histórica sobre el siglo pasado que lo convierte en un artista único.
En 2018 a través de la gestión de la ex diputada provincial Rocío Giaccone accedimos a los fondos para realizar la puesta en valor del archivo fotográfico, y ya tenemos digitalizado y en vías de desclasificación cerca 65 mil negativos. Los encargados del trabajo de ese trabajo fueron Francina Tortorella y Lucio Marchetti.
Por su parte, estamos digitalizando el archivo fílmico (cuenta con 120 horas de cinta de 16 mm), tras la obtención del Mecenazgo de la ciudad de Buenos Aires durante 2018. Este trabajo lo estamos realizando conjuntamente con el Museo Evita (debido al abundante material de la familia Duarte y del General Perón) y el Museo del Cine de CABA.
Pero desde que este proyecto empezó a caminar, nos pareció que no alcanzaba con la limpieza y digitalización del archivo. La cantidad de información de los registros y la calidad del trabajo de Haylli ameritaban una serie de acciones culturales que acompañaran el valor de su obra.
En noviembre del año pasado lanzamos este proyecto en una conferencia de prensa en la que participaron Pablo Petrecca (Intendente de Junín), Herminia Haylli (hija de Alberto), Christian Rémoli (responsable del proyecto), Rocío Giaccone y la escritora Sylvia Iparraguirre. Allí anunciamos, la realización de un mural en el edificio de la Antigua Casa Conde y el lanzamiento de un libro de ilustración con una selección de las mejores fotografías, a cargo de Iparraguirre.
La fecha del comienzo de la realización del mural estaba establecida para el 30 de marzo pero la llegada de la pandemia lo pospuso. Por su parte, el libro está en plena realización.
Hoy 31 de Julio (día del patrono de Junín y casualmente cumpleaños de Haylli) tenemos el agrado de contarles que realizaremos junto a Koala Contenidos (productora que dio los primeros pasos de este Proyecto) una serie documental que emitirá Canal Encuentro. El eje de la misma, será la historia del Junín del Siglo 20, atravesada por la mirada de Alberto Haylli. Así, nuestra ciudad se transformará en la primera del país que tendrá una serie documental en un canal público argentino.
Acerca Alberto Haylli
Nació en Buchardo, provincia de Córdoba en 1911. Cuando era muy chico, su familia se muda a Junín. La casa de los Haylli está a dos cuadras de la estación de trenes. A los 14 años, un amigo del barrio roba una cámara y juntos se van a fotografiar la llegada del tren desde Buenos Aires. A partir de ese día “jamás despega la fotografía de su vida”, afirma su hija, Herminia. Siendo adolescente arma su primer laboratorio de revelado en un altillo. Ceferinio Reij, dueño de “El Guaraní”, el cine del barrio, le da un préstamo para que instale su primer estudio en el centro de la ciudad. Corre la primera mitad de la década del 30 y empieza a registrar a diario los eventos sociales, políticos, económicos y deportivos. Además, recupera el material existente hasta allí sobre Junín, inclusive el fílmico en nitrato. En 1938 conoce a su mujer, Juana Quercia, compañera de escuela primaria de Eva Perón. Unos años después compra su primera filmadora de 16 mm para grabar el nacimiento de su hija, Herminia. A partir de allí, empieza a sumar a su colección el registro fílmico.
Como el material de 16 mm no puede revelarlo en su ciudad viaja periódicamente a los laboratorios Alex, en Buenos Aires. Allí conoce a otros camarógrafos y fotógrafos con los que se asocia. Por su relación con la familia Duarte, registra la asunción del general Perón, filma la inauguración del autódromo de la ciudad de Buenos Aires, además registra los bosques de Palermo, el Buenos Aires del 40 y –por supuesto- los eventos sociales y deportivos de la ciudad de Junín. Filma y fotografía en todas sus versiones el ferrocarril, la “Buenos Aires-Caracas”, mítica competencia que unió el continente en 1948, presencia la intimidad de Eva y de Juan Perón, registra los cambios arquitectónicos de la ciudad de Junín, el último paso de Evita por la ciudad, el entierro del caudillo radical Moisés Lebensohn, la asunsión de Frondizi, etc.
Hacia fines de los 50 y principios de los 60, Haylli potencia su trabajo en el estudio y su presencia en eventos sociales. Además, a su labor de fotoperiodismo en el diario La Verdad, le suma la colaboración para la policía. De esta manera, amplía la variedad de su registro.
Una noche de junio 1970, luego de cerrar la edición del diario, recibe un llamado del Comando Radioeléctrico de la ciudad. Le piden que vaya a Timote, un pueblo a 120 kilometros, a fotografiar el “hallazgo de un cuerpo”. Haylli viaja con el joven periodista Miguel Sainz. Cuando llegan, no creen lo que ven, el cuerpo es del General Eugenio Aramburu, asesinado por el Movimiento Peronista Montonero.
Empieza a sufrir un lento deterioro físico, producto de su obesidad y la artrosis en sus rodillas. Se jubila y a pesar de sus padecimientos físicos, sigue colaborando hasta fines de los años 80 en el diario y con sus hijos en el estudio. Sus últimos registros son de la campaña presidencial de 1989.
Entrando los años 90, el Municipio le pide algunas cintas para mostrar a los chicos de los colegios secundarios. Les pide recuperar todo el material, les habla del “valor del archivo” y de su voluntad de realizar “un documental donde quede registrado el trabajo y el esfuerzo”. Nunca lo logra. Ya enfermo, debe vender parte de su colección (1200 fotos, recuperadas actualmente por la familia) para costear los gastos de su enfermedad y la de su esposa.
Muere en 1994.