Lía Palmieri: "Soy la piba que no revocó la pared pero se compró alta cámara"
- Publicado el 21/05/2019
En Junín, la Revolución de la Fotografía pegó fuerte. Gran cantidad de artistas siguen trabajando y perfeccionándose con las nuevas técnicas. Desde Agenda 365 queremos reflejar este fenómeno mostrando la tarea de los fotógrafos de nuestra ciudad. En este caso, hablamos con Lía Palmieri.
-Actualmente ¿cuáles son los proyectos fotográficos que estás haciendo?
-Estoy trabajando en los mismos proyectos desde hace bastante tiempo. Quizás de manera intuitiva voy haciendo fotos y los proyectos se van armando solos. No creo ser tan consciente al momento de pensar un proyecto, de la forma que va a tomar con el transcurrir del tiempo, en el trabajo que conlleva esa búsqueda aparece lo que estaba latente y en un primer momento no pudiste ver, así que por ahí es un retomar algo que estaba inconcluso o darle otra vuelta de rosca.
Estoy preparando una muestra en la que voy a participar en el marco de las jornadas Xulux, y también este año tengo la suerte de estar de ayudante de cátedra en una materia de la carrera, así que es una experiencia nueva y un desafío.
Paralelamente hago lo que se conoce como fotografía social, es decir eventos, cumpleaños, algo de books, fotografía infantil, etc.
-¿Qué te impulsó a ser fotógrafa?
-Desde un primer momento lo que me gustó la fotografía es ese poder que tiene de contar algo de manera sintética y con tanta fuerza. Es una manera de decir acá estoy yo, y esto es lo que te quiero mostrar.
-¿Cómo empezó y cuándo te diste cuenta que la fotografía era tu vocación?
-Creo que fue accidental, en una época bastante monótona de mi vida, empecé a probar nuevos hobbies, desde natación, patín, y entre esas cosas apareció un curso de fotografía. Hice durante todo ese año cursos y al año siguiente me anoté en la carrera, porque me di cuenta que para los deportes era malísima y la fotografía me había atrapado bastante.
-¿Qué fotos son las que te gustan hacer?
-Me gusta hacer fotos de lo que me rodea en el día a día, es una manera de conectarse con el otro, de escucharlo, de comprensión. Hago fotos de la gente del barrio, de la calle, de marchas, de las luchas de trabajadores, de lxs estudiantes, de las pibas.
¿Hay inspiraciones de otros artistas en las fotos?
-Siempre hay referentes y artistas que uno admira y seguramente ejercen influencia en la obra propia. También están las guías y las miradas de compañerxs, profesores, que siempre aportan muchísimo, al igual que el haber participado durante dos años en el centro de estudiantes de la escuela, y conocer pibes de otros centros como el de la escuela de teatro, o del instituto 129. Se generaron lazos y amistades que te hacen crecer, siempre es un apoyo.
¿Digital o analógico?
-Depende. El medio para mi es una herramienta más del proyecto. No es azarosa, ni una cuestión de gusto personal esa elección, el concepto elije el medio. Me siento cómoda con la fotografía estenopeica, siento que tiene ese toque de magia y de simpleza el sacar con una cámara casera construida con una cajita de fósforos. Es un modo amable en si mismo, la cámara digital o analógica muchas veces es intimidante, hay una maquina en el medio, un lente, el disparo y después el fotógrafo. La cajita es eso, una intriga.
¿Qué significa para vos la fotografía?
Puede ser muchas cosas, a veces es un poema que toca la fibra más sensible de tu ser, o puede ser tu arma de lucha para no ser invisible, a veces es las dos cosas.
-¿Qué te gusta contar en las fotos?
- Por ahora no me imagino haciendo fotos de ballenas en una bahía, o la vida del koala en peligro de extinción, ojo…si me pagan lo haría. Intento aportar una mirada de los temas desde adentro, desde la propia experiencia de lo que fotografío. Al mismo tiempo me doy cuenta que en esta identificación con estos temas, me es inevitable tratar de embellecerlos de alguna manera, es como cuando elegís tu foto de perfil, uno siempre pone la que saliste más linda. Existe un prejuicio muy grande acerca de los barrios “marginales”, ese margen no está puesto por quienes se quedan afuera obviamente. Intento mostrar eso. Tenemos los mismos sueños pero no las mismas posibilidades. Una doble injusticia, encima que la pasas mal te juzgan por eso. La gente le tiene miedo a los barrios a los cuales “los taxis no quieren entrar", si fuera lo único que no llega, el taxi es la metáfora, casi anecdótico. Y aunque en muchas cosas soy una privilegiada, a veces me siento así, soy la piba que no revocó la pared pero se compró “alta” cámara. Las fotos me permiten ir y venir por ese margen que de a ratitos desaparece.
-¿Cuál es la foto que tenés pendiente?
-No lo sé! Supongo que es como la utopía, la foto que nunca voy a sacar, pero que me sirve para seguir fotografiando.
Obras de Lía Palmieri