A horas del duelo entre Massa y Milei: qué esperar de la economía y el dólar después del balotaje

  • Publicado el 18/11/2023

La carrera por la presidencia está a punto de terminar. Este domingo 19 de noviembre se elegirá al nuevo presidente de Argentina en el balotaje. Uno de los candidatos, Javier Milei, plantea una dolarización y el fin del Banco Central (BCRA) como ejes de su propuesta y el otro, Sergio Massa, apunta a un fortalecimiento de la moneda nacional con una fuerte apuesta al desarrollo productivo. Y la incógnita del resultado plantea grandes dudas respecto de qué sucederá con la economía nacional a partir del lunes (que es feriado, pero ya empezarán a verse señales en el mercado).

El economista y director de Anker Latinoamérica, Martín Vauthier, describe en diálogo con Ámbito que “la economía llega a las elecciones con una fuerte fragilidad y con reservas muy deterioradas en el Banco Central (BCRA), en tanto que el déficit cuasifiscal es muy elevado”. Todo eso, se traduce en presiones sobre el tipo de cambio muy fuertes.

Esta semana, el Gobierno retomó el crawling peg, las microapreciaciones diarias para el dólar oficial. Tal como menciona la economista Noelia Abbate, en estos días se empezó a ver un paulatino reacomodamiento al alza de ese tipo de cambio, que se condice con el esquema que recientemente se anunció, y explica que “la intención de esta propuesta es dar previsibilidad y realizar una corrección luego de 3 meses de congelamiento cambiario”.

 

Abbate indica que se trata de “un esquema de transición hasta que se resuelva el plano electoral” y anticipa que será “un punto de inflexión para esta materia”. Y es que, tal como apunta Claudio Caprarulo, director de Analytica, “el domingo se define quién y cómo va a resolver la situación económica y el atraso cambiario: una política más de shock, en el caso de Milei, mientras la de Massa parece ser más gradual”.

Massa o Milei: dos posturas, un mismo desafío

No obstante, asegura que “gane quien gane, se inicia una nueva etapa”, marcada por la necesidad, entre otras, de equilibrar el mercado cambiario y resolver los desbalances en los precios relativos, dos elementos que “obligan a modificar la política económica”.

“Ni Massa ni Milei van a poder sostener el modelo actual. Van a tener que modificarlo. Hay que solucionar los desequilibrios e ir hacia un nuevo modelo económico con un proceso de transformación que permita evitar cualquier tipo de movimiento disruptivo en la economía”, aporta en la misma línea el economista Christian Buteler.

Así, para Santiago Manoukian, economista de Ecolatina, el dilema “cambio o continuidad” es una falacia, dado que, si bien reconoce que “el resultado del balotaje del domingo marcará sin dudas un punto de inflexión para un esquema de política económica, gane quien gane, la realidad se impone a la ideología y el deterioro de la macroeconomía va a imponer restricciones a los que las políticas económicas se tendrán que adatar”.

Considera que eso es esencial a fin de evitar un agravamiento de la crisis nominal y anticipa que, una vez conocido el resultado, la crítica coyuntura macroeconómica actual exigirá rápidas señales sobre el rumbo que buscará imprimirle la nueva administración a su política económica.

Después del balotaje, una economía desafiante aunque con puntos a favor
Así, Buteler plantea que “la economía que viene va a ser muy desafiante para saber cómo se logra salir de los actuales desequilibrios macroeconómicos, en un contexto en el que el sistema cambiario está agotado y la financiación del Gobierno está también en una situación compleja”.

Si bien es un escenario complejo, Buteler anticipa que, “a favor, hay que decir que vamos a tener una situación más benigna” por las siguientes razones:

-por un lado, la cosecha va a ser mejor, porque la sequía de este año fue muy fuerte y las condiciones climáticas serán más beneficiosas,
-asimismo, anticipa que el Gasoducto Néstor Kirchner va a permitir importar menos gas y eso va a implicar un gasto considerablemente menor al que tenemos hasta ahora en ese frente.

La economía llega a las elecciones con alta fragilidad, marcada, principalmente por un deterioro del balance del Banco Central, pero Buteler rescata que “los dos elementos mencionados van a ser positivos porque darán algo de aire para iniciar un camino hacia un nuevo modelo económico, gane quien gane”.

Vauthier aporta que hay gran incertidumbre sobre cuál va a ser el programa económico después del 10 de diciembre y asegura que “son muchas las restricciones macroeconómicas, por lo que el margen de maniobra es muy limitado, sobre todo en materia fiscal, porque la inflación limita seguir financiando con emisión”. Así, cree que se necesita un programa que genere una mayor demanda de pesos y que el BCRA pueda acumular reservas.

Con todo, Manoukian considera que será relevante el discurso del ganador. “Una postura más moderada, que podría ser postergar o abandonar la dolarización a cambio de apoyo legislativo y mayor gobernabilidad en el caso de Milei o confirmar el gobierno de unidad nacional y anunciar un ministro market friendly para Massa, enviaría mejores señales a los mercados financieros, lo cual podría facilitar la transición y comenzar a mejorar las expectativas”, opina.

Dólar y mercados: lo que hay que seguir entre el domingo y el lunes

Lo cierto es que, según adelanta el economista Federico Glustein, lo primero que se puede esperar después del balotaje es que haya una reacción de los mercados de cambio. “Inicialmente, podría haber movimientos en el dolar cripto, que es la cotización que nunca duerme y reaccionará para arriba o para abajo dependiendo de quién gane. Obviamente, si gana el proyecto dolarizador de Milei dará un salto, mientras que, si lo hace el otro proyecto, veremos el efecto contrario”, anticipa.

La dinámica que se dé en ese mercado llevará una consecuente acción posterior de los paralelos, que son los dólares financieros y el blue, que tendrán una reacción similar. Luego, se verá la reacción de los bonos y acciones en virtud de ese resultado. Esas variables condicionarán la dinámica inflacionaria a la vez, “con impacto en otras variables, lo que podría derivar en un menor o mayor, pero necesario, ajuste”, prevé Glustein.

Nota Ambito-Por  Pilarr Wolffelt