En territorio bonaerense los libertarios empujan al PRO a una rendición incondicional

  • Publicado el 02/06/2025

Mientras caminaba por los majestuosos pasillos que delimitan la entrada y salida del despacho más importante de la Casa Rosada, Cristian Ritondo supo que el futuro del PRO estaba condenado. Después de destronar a su partido en la Ciudad, y con sólo un café de por medio, Karina Milei le hizo saber al comisionado de Mauricio Macri que la lapicera le seguirá perteneciendo. Pese a haber habilitado a los amarillos a sentarse en su mesa, la hermana presidencial selló a hierro el pasaje fundacional e inquebrantable de este nuevo acuerdo: en La Libertad Avanza no hay piedad para los perdedores.

Ese lunes, custodiada por sus armadores Eduardo “Lule” Menem y Sebastián Pareja, la secretaria general de Javier Milei puso en palabras la única oferta que está dispuesta a hacerle a sus viejos aliados. Un frente que los aglomere en las elecciones provinciales de septiembre y una fusión sin protagonismo amarillo para octubre. La intransigencia de los inquilinos de Balcarce 50, a la que debió plegarse al momento de hablar con la prensa que lo esperaba deseosa para conocer detalles del acuerdo, alertó a Ritondo. Desde que puso un pie fuera de la casa de gobierno, el jefe de la bancada amarilla supo que su siguiente gran batalla vendría de la mano de los intendentes PRO de la Provincia.

Los trece jefes comunales que aún conserva el partido, a quienes el diputado recibió esta semana en la sede de Balcarce 400, demostraron estar dispuestos a trabajar en tándem con los libertarios. Pero ponen como condición ser quienes tengan la potestad sobre el armado de las listas en sus respectivos distritos. Un pedido más que ambicioso para un espacio con poder territorial pero de bajísima intención de voto. Ritondo lo sabe, y aunque prometió luchar, en el fondo entienden que su batalla será casi en vano.

La respuesta amable que ensayan desde las arcas mileístas es que analizarán cuál será el mejor candidato en cada uno de los 135 municipios. Una promesa que choca de frente con la coexistencia entre amarillos y violetas en los territorios. “Por un lado Pareja promete cerrar con el PRO, pero en los concejos deliberantes la convivencia es imposible. No se bajó una línea de unidad para las votaciones y muchas veces los nuestros siguen poniéndoles trabas al intendente con el que tenemos que cerrar”, expuso ante Tiempo una figura al tanto de los manejos en PBA.

Habilidoso para los acuerdos, el armador busca consolidar un circuito de traspasos que le permitan hacerse de las estructuras amarillas sin entregar su rol de conductor bonaerense. Un juego de seducción en el que los dirigentes son embadurnados con elogios digitales a costa de su capital político. Un pacto leonino que ofrece una agradable temporada en el Edén libertario a cambio de la módica suma del capital político del firmante. El jefe de la bancada amarilla cazó al vuelo las intenciones de los violetas, pero para algunos de sus coterráneos es difícil no atender cuando el demonio llama.

El jueves, a la misma hora que Ritondo reunía intendentes amarillos, Pareja recibió en sus oficinas a Diego Valenzuela, un alfil que volvió a tener el rol protagónico que había logrado conseguir en los primeros meses de su salto al cielo libertario. Ese día, el intendente de Tres de Febrero posó campante junto a Pareja que tuvo un gesto que los propios se encargaron de hacer notar.

Reclutado a una esquina de la fotografía que dio cuenta del encuentro, la voz de Karina en PBA sentó en la punta de la modesta mesa de café al jefe municipal. Un gesto exorbitantemente diminuto hacia la figura de un dirigente al que planean conformar con no más de tres nombres en la lista distrital y la esperanza de mantenerse en el radar del presidente como posible candidato a gobernador en el 2027.

Sin la caída de un sólo anillo, el día anterior el exlarretista visitó en Casa Rosada a Lucas Luna, uno de los jóvenes fundadores de Las Fuerzas del Cielo y coordinador de LLA en su municipio. Por más de una hora, Valenzuela y “Sagaz” delinearon un boceto de la tira de nombres que los tresfebrerenses encontrarán en las boletas del próximo 7 de septiembre. La negociación era atentamente presenciada por Agustín Caulo, subsecretario de Culto y mano derecha de Nahuel Sotelo. “El Chino”, como lo conocen sus íntimos, cotiza para encabezar la boleta que llevará el nombre que sintetice la fusión entre violetas y amarillos.

De concretarse, los apóstoles de Santiago Caputo se anotarán el primer triunfo por sobre las intenciones del ambicioso Pareja. Poco novedoso es aclarar que los modos de construcción del armador y el asesor se recuestan en dos polos opuestos. Mientras uno trabaja para someter a los amarillos a las decisiones de coordinadores de dudosa calaña, el otro mira con buenos ojos la conformación de una mesa colegiada que permita al presidente fagocitar el conocimiento del territorio de los recién llegados para anotarse un triunfo en la madre de todas las batallas. Pese a las diferencias, algo los hermana: ambos batallarán para ponderar a los propios.

Javier Milei lo sabe. Por eso, en las últimas semanas, cuando la convivencia entre ambos sectores empezó a enmarañarse, el presidente decidió que era momento de dejar la pasividad que lo mantiene deliberadamente lejos de la actividad política y se metió de lleno en el barro. Con gestos y declaraciones, el líder libertario busca hacer equilibrio entre las dos facciones que sabe necesarias para su supervivencia política.

Mientras en pos de continuar con el armado decide ignorar las cada vez más abultadas denuncias que acumulan los laderos de Pareja en los manejos de las cajas de PAMI y ANSES en Provincia, el primer mandatario recibe en Olivos a Agustín Romo y Daniel Parisini (Gordo Dan). Un mimo halagador para un sector cada vez más afuera de la mesa política del gobierno.

Si bien la relación entre las Fuerzas del Cielo y las del territorio atraviesan por su peor momento. No son pocos los que auguran que la confección de las listas llegará como un manto componedor entre ambas facciones. Pasada esa instancia, no son pocos los que se anticipan a advertir que la próxima gran batalla iniciará al día siguiente de conocerse los resultados.

“Después de esta experiencia, hay que ver a quién empodera Javier para el 2027”, dijo un entusiasmado libertario que suele visitar la Rosada. «

 

 

Nota Tiempo Argentino -Por Tatiana Scorciapino