Daniel Santucho Navajas, nieto recuperado, estará en Junín y desarrollará una variada agenda

  • Publicado el 09/02/2025

Será el 19 de marzo. La visita del nieto restituido número 133 fue gestionada por ATUNNOBA, gremio que agrupa a los trabajadores no docentes de la UNNOBA. Encuentro con la comunidad, organismos de derechos humanos, gremios e instituciones.

Daniel, acompañado por su hermano Miguel "Tano" Santucho, mantendrán un encuentro abierto a organizaciones de derechos humanos, gremios, docentes, estudiantes y la comunidad en general, ese miércoles 19 de marzo a las 19 en el Salón de la Democracia, en la sede del rectorado de la Universidad Nacional del Noroeste.

A través de un comunicado de prensa, ATUNNOBA agradeció la colaboración de Javier Abinet de la Asociación del Personal de la Universidad Nacional de San Martín (APUNSAM) y el reconocimiento a la CGT Regional Junín y a los organismos de derechos humanos de Junín por el apoyo a esta actividad que ayuda a preservar la Memoria y la Justicia a 49 años del Golpe Cívico-Militar que sumió a la Argentina en una de las noches más oscuras y dramáticas de nuestra historia.

SU HISTORIA

Daniel Santucho Navajas, nació el 10 de enero de 1977. Su madre, Cristina Silvia Navajas, fue secuestrada el 13 de julio de 1976 en la ciudad de Buenos Aires, embarazada de dos meses, mientras se encontraba en un departamento de la familia de su pareja, Julio César de Jesús Santucho, quien en ese momento no estaba en la Argentina. 

Junto a Cristina se llevaron a su cuñada, Manuela Santucho, y a una compañera de militancia, Alicia D’Ambra, también embarazada de un bebé cuya búsqueda continua. En el departamento, ubicado en Avenida Warnes 735, quedaron los dos hijos de Cristina, Camilo y Miguel, y el de Manuela, Diego. Por testimonios de sobrevivientes, pudo saberse que Cristina estuvo detenida en los centros clandestinos Automotores Orletti, Proto Banco y en el Pozo de Banfield.

Avisada por una vecina de lo ocurrido, la madre de Cristina, Nélida Navajas, fue a buscar a sus nietos y al hijo de Manuela. En el inmueble encontró una cartera y adentro un diario de su hija que mencionaba un atraso y se manifestaba convencida de estar embarazada. Más tarde, por sobrevivientes, pudo confirmar que el embarazo de Cristina siguió su curso.

Julio se enteró del secuestro de su mujer al día siguiente, 14 de julio de 1976. De inmediato, inició las gestiones para sacar a sus hijos del país. Su sobrino, Diego, ya había sido entregado a la familia paterna. Camilo y Miguel salieron de la Argentina con dos militantes que simularon ser sus padres.

Nélida se unió a las Abuelas de Plaza de Mayo y puso su inteligencia al servicio de la búsqueda colectiva. Miguel volvió a la Argentina en 1985, cuando Nélida ya era secretaria de Abuelas. En 1993 se radicó definitivamente en el país y pudo reconstruir la historia de su familia, comprometida con la transformación de la sociedad y diezmada por la dictadura. En 1995 se unió a HIJOS. En 2012, tras el fallecimiento de Nélida, se integró al trabajo cotidiano de nuestra institución, donde hoy es parte de la Comisión Directiva.

Su hermano se acercó a Abuelas de manera espontánea. Había sido anotado como hijo propio por un miembro de las fuerzas de seguridad y una enfermera. Desde joven, tuvo dudas de su identidad. Una hermana 20 años mayor que él fue quien le confesó que no era hijo del matrimonio. Le tomó tiempo acercarse a Abuelas, pero lo logró. En abril de 2023 se realizó el análisis de ADN en el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) que, tres meses después, confirmó su verdadera identidad.