Con esta Justicia no hay Derechos ni Democracia
- Publicado el 09/03/2023
En Argentina, como en todas las sociedades, existe un problema histórico y estructural: las mujeres enfrentamos mayores niveles de desempleo y de precarización laboral que los varones. La brecha de ingresos, que en la actualidad es del 27,7%, aumenta cuando se trata de trabajos informales, alcanzando el 36,8%. Estas diferencias se ven reforzadas por la tradicional asimetría en las tareas domésticas y de cuidados no remunerados. El resultado de estas desigualdades es la feminización de la pobreza: las mujeres estamos sobrerrepresentadas en el decil de ingresos más bajos (69%) y subrepresentadas en el de ingresos más altos (37%). En años recientes, los efectos negativos del COVID-19 sobre la economía agudizaron estas desigualdades preexistentes.
Sigue estando claro que nuestros trabajos mantienen el mundo en movimiento, y que es nuestra organización colectiva la fuerza que nos ha permitido avanzar, y que nos permitirá, sin dudas, seguir transformando esta sociedad, desnaturalizando el orden patriarcal, luchando contra la desigualdad de género y de clase y contra todo tipo de violencia machista en los distintos aspectos de la vida, tanto laboral como social y personal.
Hoy, 8M, reivindicamos el legado de esas cientos de trabajadoras fabriles que murieron calcinadas en 1908 peleando por la obtención de derechos laborales cuando su propio empleador provocó el incendio y selló las puertas de salida de la fábrica. Como cada año, nos sumamos a un nuevo Paro Internacional de Mujeres en pos de la igualdad, del reconocimiento y ejercicio pleno de derechos. Gracias a una lucha sostenida y permanente de las mujeres que nos antecedieron, las generaciones más jóvenes encuentran garantizado el voto femenino, el acceso a la Educación, la salud sexual, la interrupción voluntaria del embarazo. Hoy encontramos nuevos desafíos, nuevos retos en tanto somos mujeres que nos reconocemos Trabajadoras y nos organizamos de manera colectiva y solidaria.
Una Educación respetuosa de la diversidad social, cultural, étnica, etaria y de condición física, que cuestione y desarme estereotipos, que revierta prácticas discriminatorias, tanto en el ámbito público como privado, es uno de los sostenes para dar continuidad a las luchas por la igualdad de géneros y oportunidades que permita promover una reconfiguración del mundo del trabajo con una clara perspectiva de género. Es en esos términos, que reclamamos y seguiremos luchando por el DERECHO AL TRABAJO Y TRABAJO CON DERECHOS.Si hacemos un recorrido por cuatro décadas de leyes y políticas de género en Argentina Es importante destacar que muchas de las profundas transformaciones en materia de género en nuestro país se dieron en los períodos presidenciales de Cristina Fernández de Kirchner, en los que luchar contra la desigualdad de género para proteger y valorizar el rol de las mujeres en la sociedad fue una bandera política enarbolada desde su primer día de gestión y, también por ello, sufrió enormes embestidas en su contra. Su rol como líder política mujer y su lucha constante para defender al género femenino y enaltecer las luchas históricas de las mujeres fue otro de los factores que explican el odio y la persecución en su contra. No obstante las violencias sufridas y ejecutadas contra la vicepresidenta, Argentina es un país donde la violencia de género posee un amplio abanico de normativa tendiente a erradicarla y castigarla, como así también un conjunto gigantesco de políticas públicas tendientes a luchar contra la desigualdad estructural que opera al seno de la sociedad entre hombres, mujeres e integrantes de la diversidad sexual. Sin embargo, todo ese arsenal jurídico no ha servido para proteger a Cristina Fernández de Kirchner de los gravísimos ataques cometidos en su contra, lo que pone de manifiesto una vez más que ella se encuentra privada de sus derechos como ciudadana, como política y como mujer.
Es urgente sancionar una Reforma Judicial Feminista. La ya ineludible democratización del Poder Judicial, debe tener una clara perspectiva de género, para asegurar una protección efectiva de nuestro derecho a una vida libre de violencias, garantizando una respuesta pronta y adecuada a las denuncias, así como el cuidado de las personas denunciantes. Exigimos perspectiva de género en el abordaje y la resolución de todas las demandas que involucren cuestiones que condicionan la vida y la autonomía de mujeres, lesbianas, travestis, trans, bisexuales y no binaries. Necesitamos una Justicia popular, democrática y feminista, y una reforma de las fuerzas de seguridad acorde con su función de protección de derechos. No a un Poder Judicial al servicio de los poderes fácticos y del patriarcado, que persigue a les referentes populares y abandona a quienes debe proteger. El Poder Judicial no solo nos falla en casos de femicidios, ante denuncias de violencia intrafamiliar, también a quienes participamos en política.. Los reclamos que sostenemos se orientan nuevamente hacia la justicia política porque se convierte en el brazo ejecutor de la criminalización, persecución y proscripción en una clara alianza con los poderes económicos, políticos y medios de comunicación hegemónicos. Por eso, una vez más, las mujeres trabajadoras le ponemos voz y cuerpo a nuestras demandas que son:
-La lucha contra el intento de condenar, inhabilitar para el ejercicio de cargos públicos-y por ende, proscribir- a la conductora del movimiento nacional, Cristina Fernandez de Kirchner;
-La lucha contra la persecución política, las causas federales armadas, la guerra judicial contra cristina, Milagro Salas y tantas otras dirigentas sociales y políticas:
-Reformar la estructura patriarcal sistémica que impera hacia el interior del Poder Judicial;
-Que se termine la complicidad judicial para la persecución laboral y sindical, a través de la penalización de los conflictos laborales:
-Por un Poder Judicial cercano y accesible;
-Por un sistema judicial que proteja a nuestras niñas, niños, niñez y adolescentes;
-Por una justicia efectiva para quienes atraviesan situaciones de violencia por razones de género;
-Por una justicia efectiva en las causas civiles y de familia, sufrimos trabas y demoras de un sistema que no nos escucha y afecta tanto a las mujeres como a las infancias que precisan una cuota alimentaria para subsistir y la regulación de un sistema de corresponsabilidad en los cuidados entre otras cosas;
-Contra la discriminación de las personas travestis-trans y la criminalización del colectivo LGBTI+;
-Contra el avance del poder judicial sobre derechos que hemos conquistado en la calle, y que ya han sido sancionados por el Poder Legislativo y promulgados por el Ejecutivo. Es el caso de la IVE.
Este 8 de Marzo marchamos porque con este Poder Judicial que persigue, hostiga y proscribe a Cristina Fernández de Kirchner, que es el menos democrático de los poderes, machista, clasista y racista no hay Derechos ni Democracia. La deuda es con lxs trabajadorxs!
Frente Transfeminista Nacional y Popular
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