¡Cambalache! -Por Javier Mattioli
- Publicado el 31/12/2020
A 193 años de la fundación de nuestra ciudad y a días de culminar este 2020 es inevitable realizar un balance de lo acontecido, de efectuar una introspección y ser sincero con cada palabra y acción que he dicho y hecho. Estos escritos que fui realizando me dieron mucha fuerza, cada expresión recibida de quienes los han leído fueron con muchísimo respeto y empatía hacia mi persona y eso me demostró que desde esos puntos partí y la cosecha multiplicó gratamente la esperanza, incluso en las redes sociales que pueden ser reflejo duro de un pensar diferente todo ha sido de absoluta gratitud. Lo que busco en estos párrafos sé que te incluye y tiene que ver con una mejora sincera para avanzar juntos paso a paso; hablo de “mejora” y no “cambio” porque la primera es garantía positiva hacia algo bueno a diferencia de la segunda donde el futuro es incierto y porque ya aprendimos que cuando vienen con globos de colores a ilusionarnos con “cambiar” es puro marketing barato como el inolvidable “síganme que no los voy a defraudar” y no tengo el menor deseo de que caigamos una vez más en esa trampa que nos hunde y divide profundizando una grieta que cada vez cuesta más apaciguar.
Quienes me conocen saben que soy inquieto, y lejos de quedarme sentado quejándome de lo que no veo justo o me molesta prefiero buscarle a ello un reparo posible, porque cada problema cuenta con una infinidad de soluciones, solo hay que ser creativo, estudiarlo y lograr reunir a las personas idóneas correctas para abordarlo. Seguramente leyendo todo esto pienses que lo que digo es lo obvio, pero descubro que no siempre lo que creemos elemental sucede, y noto que quienes gobiernan esta ciudad no han podido estar a la altura de las circunstancias haciéndonos perder estabilidad y bienestar durante ya algunos años, que Junín no posee hoy una dirección eficaz y productiva, que el futuro se viene atando con alambres y que el intendente está más preocupado por ver qué cargo tendrá a futuro que cumplir con honradez su compromiso dando lo mejor de sí para el bien de todos.
Solo basta con ver como interpretó su papel tratando de sacar tajada de la desgracia de quienes padecieron y padecen esta pandemia. Al principio nos hizo creer que era inaptitud, luego ignorancia, por un largo tiempo desapareció y nadie sabía de su paradero, pero después entendí que el rol de víctima fue su mejor partida, que todo esto se debe a que jugó las cartas que su partido representa y que como soldado de esa clase de personas, que buscan en la política pública la ventaja de sus negocios privados dejó de lado su religión abatido por la codicia. Echó culpa a la Provincia, la misma que le dio millones de pesos para que pueda minimizar el impacto del aislamiento pero que prefirió desviar para su próxima campaña, excusándose con frases como “la provincia no me deja”, “No cuento con los recursos” entre otras; y claro de tanto repetir y repetir junto a su séquito esas mentiras que terminamos por creerle, porque sabe manipular, porque tiene algunos medios comprados y porque realmente se cree el Mesías.
Arrancó dividiendo la ciudad en dos, generando un caos para todos los vecinos, continuó cerrando a cual aldea medieval con montículos de tierra cada acceso secundario, costándole con ello la vida de dos ciudadanos, puso horarios a los comercios esenciales restringiendo la posibilidad de trabajo y agrupándonos en un corto tiempo teniendo que realizar extensas colas para conseguir la comida del día, apretó más y más el cuello de cada juninense para que todo estalle. Luego cuando se vió obligado a tener un plan que nos cuide viendo que las ciudades aledañas ya contaban con uno se puso en el rol del dudoso, entonces siendo él mismo el que impuso los horarios comerciales no quería quitar esa regla porque sabía que debería asumir su error y conllevaba a un costo político en el sector ¿Qué hizo? Nada, se hizo el desentendido y como buen seguidor de Santo Pilato comenzó a lanzar culpa a todos los demás, inclusive lo hizo hacia los mismos ciudadanos, dilató hasta el punto tal de que los damnificados le creyeron cuando concluyó mencionando que gracias a su diálogo y gestión se pudo retomar. Lo hizo con los pescadores, los gimnasios, los de eventos, los gastronómicos, en fin la lista es interminable pero con todos ellos jugó con su economía y sus puestos laborales, porque mientras se excusaba de que no tenía las facultades de ayudarlos, él mismo con los súper poderes que el Consejo Deliberante este año le dio fue quien desde un inicio permitió que las iglesias pudiesen estar abiertas de lunes a domingos de 7 a 23 horas, si leíste bien mirá algunos de los banner del inicio de la pandemia y te horrorizarás al ver que allí no le tembló el pulso y autorizó sin mencionar a nadie que se lo impida.
Lo que hizo luego con las escuelas ya merece un punto y aparte, mencionaba mediante sus fieles concejales y diputados el deseo errático de querer regresar a los establecimientos educativos, exponiendo al trabajador como a cada familia de la comunidad educativa, cuando ni siquiera en tantos meses con las escuelas cerradas, tuvo el decoro de utilizar los millones que la provincia le envió para garantizar edificios seguros para que los estudiantes tengan la garantía de volver como corresponde resguardando su salud. Arengó a los padres, se reunió con estudiantes, todo para generar un malestar nuevamente innecesario. Luego cuando vió que se autorizaban algunas acciones puntuales en las escuelas que tenían que ver con la recreación, la sociabilización, el construir un vínculo con los niños que no tuvieron conectividad y además se incluían los actos de egresados, allí puso primera y salió a sacarse fotos con cuanto jardín municipal pudiera, entregando certificados con el logo de su gobierno bien grande, al mejor estilo Ruckauf. Quedará a juicio de cada quien, las acciones que ha realizado, pero como profesor no olvido que hasta dijeron que este año fue un año perdido, cuando quien tenga un docente en su familia sabrá que dimos todo para llegar a cada hogar y que gracias al enorme esfuerzo realizado por el cuerpo docente y las familias, la escuela nunca dejó de brindar conocimiento estableciendo como nunca la garantía de una continuidad pedagógica, y cumpliendo también con un rol impuesto de entregar bolsones de alimentos a quienes más lo han necesitado.
Releo mis palabras y me duele mucho terminar así el año, teniendo que exponer a un gobierno local deplorable, pero es una manera de que esto termine de una vez, porque sé que en nuestra ciudad somos más los decentes, los que trabajamos para la superación, los que cuidamos del otro sin importar su procedencia, que predicamos con el ejemplo, que ayudamos, que pensamos que hay que dar vuelta esta página y construir una sociedad reflexiva, empática e inclusiva sin prejuicios ni remordimientos. Que si me va bien a mí inevitablemente le irá mejor al vecino, codo a codo innovando y fortaleciendo los aciertos en nuestra comunidad. Daré vuelta la cara de la moneda y finalizaré mencionando solo algunas ideas que tenemos que realmente servirán para que esta ciudad crezca y de oportunidades reales, priorizando a los que tienen sus empresas aquí, a los que estudian, para la industria y también el campo, para los jóvenes y también para los mayores, para los trabajadores estatales, los comerciantes, buscando consenso mediante el diálogo real y democrático.
Hay que pensar políticas que incluyan la ecología, el bienestar de cada ciudadano, programas que garanticen el progreso, herramientas reales que nutran y acompañen al emprendedor con deseo, no se puede seguir creyendo que la solución sea subir cada año más y más las tasas municipales. Eso es demostrar la falta de rumbo y la inoperancia para crear políticas nuevas que fortalezcan y no destruyan. Aquí es donde me planto y donde sé que mi aporte junto a quienes me acompañan realmente hará la diferencia, ese es el mensaje final de estas líneas, tener la fe y la esperanza de saber que somos muchos más los que queremos terminar con el oportunismo de algunos y trabajar para un futuro alado, por eso si querés sumarte a este viaje, podrás contactarme por alguna de mis redes para saber más sobre cada paso proyectado, que no te desmotiven ni desvaloren, porque la única manera de hacer bien las cosas es siendo parte de ellas protagónicamente. Que este 2021 nos encuentre brillantes, con salud y la empatía puesta a flor de piel ¡Salud!
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