El trabajo registrado creció por primera vez desde el inicio de la pandemia
- Publicado el 05/12/2020
Por primera vez desde el inicio de la pandemia, el empleo privado registrado tuvo un comportamiento positivo, según datos de septiembre y octubre últimos difundidos por el Ministerio de Trabajo.
El Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social difundió datos elaborados por el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), en el que se evidencia un comportamiento positivo en las variables de empleo en septiembre y octubre.
Según el informe, sin bien se continuó exhibiendo crecimiento en el trabajo, por primera vez desde la irrupción de la pandemia, el empleo asalariado aportó positivamente a este comportamiento.
De acuerdo con la información del SIPA, en septiembre el “empleo asalariado” en empresas privadas mostró crecimiento en su variación mensual, de 0,1%. Asimismo, explica el documento que la tasa de incorporación de personal, aun en bajos niveles históricos, registró un leve incremento con respecto al mes anterior y las suspensiones, instrumento ampliamente utilizado en los sectores económicos más afectados, se redujeron a casi la mitad de lo registrado en los primeros meses de la pandemia.
Asimismo, por cuarto mes consecutivo se observó un incremento del total de “trabajo registrado” (categoría integrada por el “empleo asalariado” y el “trabajo independiente”).
En septiembre, la “variación positiva del trabajo registrado implica la incorporación neta de 32.400 personas”, según precisó la cartera laboral. Esta expansión del total del trabajo registrado se explica, en primer lugar, por la recuperación del trabajo independiente, en particular, por el aumento del trabajo declarado en el régimen del monotributo y, en segundo lugar, por el trabajo asalariado registrado privado. En efecto, en el mes de septiembre, el empleo monotributista creció un 1,6%.
Para octubre, según el relevamiento de la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL), la tasa de incorporación de personal, aún en bajos niveles históricos, registró un leve incremento con respecto a septiembre.
Las suspensiones, instrumento ampliamente utilizado en los sectores económicos más afectados, se redujeron a casi la mitad de lo registrado en los primeros meses de la pandemia.
Por otro lado, según el SIPA, las expectativas empresarias respecto de la contratación de trabajadores para el próximo trimestre “arrojaron un resultado positivo por primera vez desde febrero de este año”.
Seis ramas de actividad, de un total de 14, experimentaron un crecimiento intermensual del trabajo asalariado registrado entre agosto y septiembre de 2020. Hubo aumentos en construcción, comercio, industrias manufactureras, electricidad, gas y agua, actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler y servicios sociales y de salud.
En el caso de la industria, las actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler y los servicios sociales y de salud se trata del cuarto mes consecutivo con variaciones positivas.
Incluso la industria y los servicios sociales y de salud lograron recuperar los niveles de trabajo previos a la pandemia. Mientras que el sector de la construcción registra el segundo mes de crecimiento consecutivo y comercio el primer mes con variación positiva.
Por el contrario, otros sectores como hoteles y restaurantes, enseñanza y transporte y comunicaciones, continúan mostrando un proceso de pérdida de trabajo desde el inicio de la pandemia.
Diversas políticas de Estado permitieron, según el informe, amortiguar el impacto de la crisis por la pandemia. "Al comparar la evolución del empleo registrado privado y de la actividad económica en Argentina, Brasil y Chile (se presenta en los dos gráficos que figuran a continuación)para el período comprendido entre febrero y septiembre de 2020. Si bien Argentina sufrió la mayor retracción del nivel de actividad durante la pandemia (la mayor caída del nivel de actividad en Argentina fue del 26%, cuando en Brasil y Chile alcanzó al 15% y al 16%, respectivamente), presenta los mejores resultados en términos de contracción del empleo formal (la caída del empleo formal más profunda alcanzó al 3% en Argentina, al 14% en Brasil y al 17% en Chile)", explica.