Pía Ferro Verano: "Congelar un momento para siempre me da sensación de bienestar y una fotografía te permite repetir ese momento"

Hoy recorremos la fotografía a través de María Pía Ferro Verano,  nacida en Junín,  instalada en Capital Federal desde los 17 años  propone con su estilo  congelar momentos que duren para siempre: “Yo veo una foto de Mar del Plata y siento olor a garrapiñada, qué querés que te diga”, expresa a Agenda 365. 

María Pía es Directora de Arte y estudio fotografía en la reconocida escuela Andy Goldstein y Motivarte, participando también de cursos y talleres en Argentina y Europa.

“Siempre caigo en decir una foto vale más que mil palabras, que aunque esté re trillado es bastante cierto; no soy de muchas palabras, mi fuerte no es la charla, por eso creo que me gusta tanto la fotografía, porque no es necesario hablar ni explicar tanto”, cuenta.

-¿Qué te impulsó a ser fotógrafa? 

-La fotografía como todas las artes están dentro nuestro. Me recuerdo jugando con cámaras, gastando rollos de 48 de una hoja de una planta o una bicicleta, me recuerdo teniendo curiosidad de lo que iba a ver en el papel después. Me moría de ansiedad. Mirar, volver a mirar, un botón y ese momento aparecía para siempre en un papel. Era magia en ese momento. Digamos que no creo haber tenido un impulso, más bien muchas ganas de mirar con otros ojos. Y es magia aún ahora. 

-¿Cuándo te diste cuenta que la fotografía era tu vocación? 

-No me di cuenta que podía ser mi vocación hasta que un amigo, Aitor Graña me contrató oficialmente para que cubra uno de sus recitales. Pasó el tiempo y me convertí en la fotógrafa oficial, a los meses estaba pisando el Luna Park junto a ellos y con una cámara que pesaba casi 6kg. En todo este tiempo no paré, no dejé de hacer fotos de recitales por años. Expuse en Centros Culturales de Buenos Aires, Zárate y Junín. 

-¿Qué fotos son las que te gustan hacer? 

-Las robadas. Siempre. Cuando no me esperan. 

 -¿Hay inspiraciones de otros artistas en las fotos?    

-Lo que me inspira vive conmigo todo el día. Lo que me pasa, lo que me interpela, lo que me inspira es lo que trato de dar de mí en el día a día y también cuando tomo una fotografía. 

-¿Digital o analógica? 

-Hoy, el Iphone. Aunque confieso que si bien no me dediqué a la fotografía analógica de manera profesional, mi estilo de fotografía siempre está en el medio de lo vintage y lo analógico. Back to the roots como título para este momento. Me copé durante algunos años en sacar rollos y rollos solo para mí. Con el rollo sentí esa magia de no saber con lo que te ibas a encontrar, te sorprendes siempre con algo. Me obligue a pensar la foto un poco más. Era más artístico. Elijo digital, te das la posibilidad de conectar con lo inmediato del momento, revisarlo, repetirlo. Lo digital, tiene tanto o igual de espectacular. 

¿Qué significa para vos la fotografía? 

-Siempre caigo en decir “una foto vale más que mil palabras”, que aunque esté re trillado es bastante cierto; no soy de muchas palabras, mi fuerte no es la charla, por eso creo que me gusta tanto la fotografía, porque no es necesario hablar ni explicar tanto. La posibilidad de congelar un momento para siempre, me da sensación de bienestar. Una fotografía te permite repetir ESE momento cuantas veces quieras solo con mirarla. Miles de elementos se unen para quedar congelados en un mismo lugar para siempre. Yo veo una foto de Mar del Plata y siento olor a garrapiñada... qué querés que te diga. 

-¿Qué te gusta contar en las fotos? 

Espontaneidad. 

-¿Cuál es la foto que tenés pendiente? 

No tengo. Manía de fotógrafa, siempre estar con el ojo y el dedo en la cámara. 

Obras realizadas por el autor: Serie Luz y Sombra, tomadas en Buenos Aires durante el 2013 y 2019.