"Cuántos fantasmas en un beso", esencia juninense en el Teatro Payró

Hace unos días, llamó la atención ver a un actor en un teatro capitalino con la camiseta de Sarmiento de Junín. Sin embargo, si nos acercábamos un poco podíamos ver que se trataba de Manuel Fernández, actor juninense fana del Verde e e hijo del recordado Juanjo Fernández, ex presidente de la institución. Y si nos acercábamos aún más, podíamos notar que la obra había sido escrita y dirigida por otro juninense, Pablo Finamore.

“Cuántos fantasmas en un beso”, que  se presenta cada sábado a las 21.30 en el teatro Payró, San Martín 766, hasta octubre inclusive, es una obra cuya trama transcurre en nuestra ciudad, en el año 2002.

“Es un grotesco. Como género, y por lo que pasaba en el país. Hace foco en un triángulo amoroso familiar, en una ciudad bonaerense que en mi mundo siempre fue Junín, por eso está Manu con la camiseta de Sarmiento y está la ropa colgada con un palo con un alambre que está también la camiseta del Verde”, indica Finamore a Agenda 365.

“Es una familia acorralada por la crisis, por la desesperación de no tener para comer, para pagar el alquiler. Empieza a asomar el ingenio argentino para ver qué hacemos y aparecen cosas desopilantes. Luego la obra tiene un giro, donde depositan las esperanzas en algo exterior a lo que pueden llegar a hacer ellos y termina con una consecuencia ultrajante. Es una obra con mucho ritmo, los actores y las actrices están muy bien, mostrando la situación familiar argentina, con las raíces tanas y españolas peléandose a los gritos, llevan todo esto adelante con humor, porque a través de las situación desopilante surge el humor y de ahí el grotesco”, dice el director. Y agrega: “Tiene un final demoledor, donde la crisis de capitalismo la sufrimos en el cuerpo. Y el cuerpo como el territorio también, es para mí una forma de hablar del país, un país de ciegos meten al lobo en el gallinero”. 

Finamore, en 2014, al recibir el premio Estrella de Mar por su obra El Placard. 

-¿Cómo nació la obra?

-La obra surgió de una gran necesidad y deseos e ilusión de trabajar en principio con mi hija que tiene 20 años y hace teatro desdelos 6. Entonces encontré un material que estuvimos trabajando en Junín, en un taller que fui dar en 2015 y 2016, de ese taller Manu Fernández, Mariela Torregiani, Pato Boianelli y Mako Juárez me propusieron trabajar sonbre una obra, Empezamos a hacer una versión libre, de "El zoo de Cristal" de Tennese Wiliams, empezamos a trabajar y a crear nuestro mundo y nuestro universo. No llegamos a mostrarlo. Pasó el tiempo, Manuel se vino a vivir a Buenos Aires. Un día que se cortó la luz, me encontré con ese material, empecé a ver a mi hija en ese papel, con Manu haciendo el mismo personaje que hacía en Junín. Después convocamos a la madre de mi hija (Daniela Catz) para que hiciera de su madre, y completé el elenco con Mateo Chiarino completé el elenco.  Me senté a trabajar para despegarnos aún más de la obra de Tenesee Williams, y ya no hay palabras de él allí". 

-¿Cómo es trabajar con Manuel?

- Trabajar con Manu es un placer, porque  es un actor muy dúctil, es un tipo que trabaja mucho, y somos amigos. Nos conocimos en 2015 y empezamos a hacer estos talleres juntos, y trabajamos en varias obras juntos. Lo disfrutamos, esta profesión tiene esa posibilidad de hacer uno lo que le gusta y disfrutar con lo que uno quiere.

Daniela Catz, Mateo Chiarino, Manuel Fernández y Malena Finarmore Catz. 

"Me pareció interesante atravesar la historia"

 Manuel Fernández encarna a Lucio, y consultado por  Agenda 365 realiza un análisis de su personaje.  “ Lucio es un pibe que no da más. Que tiene un infierno adentro del pecho. Siente que va a explotar. Que su vida es un infierno y que no tiene solución. Y lo sabe. Y es muy consciente. Y eso lo atormenta. Y no sabe para donde disparar. Para donde salir. O quizá sí, y eso es lo que lo tiene peor”.

. "Ama a su familia, es la que tiene, con la que guarda mucho amor. A su papá poco lo conoció, tiene pocos recuerdos de él. Y eso también juega en su manera de ver la vida. Un poco el desamparo. La desesperación. La traición. La obligación de tener que trabajar donde sea que pueda para traer el sustento económico a su casa; teniendo en cuenta que la hermana no puede hacer nada por algún impedimento que no está del todo claro. Una madre abrasadoramente invasiva. Todo eso me pareció interesante en el personaje. Atravesar esa historia", asegura Manuel. 

Manuel Fernández, en escena con la camiseta de básquetbol de Sarmiento 

-¿Cómo surgió lo de la camiseta?

-Apareció en los períodos de ensayo. Si bien la obra estaba escrita, como una hoja de ruta, como un mapa territorio en el cual nos íbamos a mover los personajes, aún quedaban cosas por definir que fueron surgiendo en el devenir de los ensayos. Pablo siempre propuso estar abiertos a esa exploración. Y bueno, entre una cosa y otra que iba apareciendo en cada ensayo, teniendo en cuenta que él y yo somos hinchas de Sarmiento... cayó de maduro. Uno de los últimos ensayos Pablo trajo dos remeras. Una que forma parte de la escenografía y otra que el personaje de Lucio usa como parte de su vestuario. La aceptación fue inmediata con tremendas sonrisas dibujadas en nuestras caras.

Por último, Manuel asegura que tienen ganas de venir a presentarla a la ciudad: “Tenemos la intención de llevarla a Junín antes que termine el año. Las agendas de todos están apretadas. Pero al menos un fin de semana a hacer función , nos encantaría”.

Junín los espera. 

Ficha técnica:

Cuatro fantasmas por un beso 

Dramaturgia, dirección y espacio escénico: Pablo Finamore / Intérpretes: Daniela Catz, Mateo Chiarino, Manuel Fernández, Malena Finamore Catz / Teatro: Payró, San Martín 766 / Funciones: sábados, a las 21.30 / Duración: 60 minutos /

Link: Crítica del diario La Nación: Muy buena http://bit.ly/2mBs9mf