1 de julio, aniversario de la muerte de Perón: el día que hasta el cielo lloró
- Publicado el 01/07/2019
Hoy se cumplen 45 años de la muerte del 3 veces presidente de la Nación, Juan Domingo Perón, una figura amada e idolatrada por gran parte del pueblo argentino, aunque también criticada y vapuleada por otros. Su partida conmovió a la ciudadanía, quien copó las calles y y le dio su último adiós demostrándole su afecto y gratitud. Sin dudas fue protagonista indiscutido de la historia de nuestro país durante el siglo XX… y aún hoy lo sigue siendo.
Ese primero de julio a las 13:15, Perón, de 78 años, falleció por un paro cardíaco resultado del agravamiento de la cardiopatía isquémica crónica que padecía. "Con gran dolor debo transmitir al pueblo el fallecimiento de un verdadero apóstol de la paz y la no violencia", anunció ese día su esposa y vicepresidenta de la República María Estela Martínez de Perón (Isabelita) al comunicar el deceso del mandatario.
Después de su muerte, los restos de Perón fueron instalados en la capilla de la quinta presidencial de Olivos, vestido con uniforme militar, donde se lo veló hasta la mañana del 2 de julio, momento en que fue trasladado a la Catedral Metropolitana donde se le realizó una misa, y luego conducido al Congreso de la Nación donde permaneció hasta el 4 de julio. Por el interior del Palacio Legislativo se estima que desfilaron más de 135 mil personas. Además, más de un millón de argentinos, salieron a las calles para darle el último adiós. Dos mil periodistas de todo el mundo informaron de todos los detalles de la jornada. Años más tarde, el histórico dirigente peronista Lorenzo Pepe, quien en ese momento tenía poco más de cuarenta años, contó que “Era como si se hubiera ido una especie de padre que nos protegía a todos, esa era la sensación que teníamos”.
También, el día del velatorio, el radical Ricardo Balbín, brindó un discurso que pasó a la posteridad por la importancia de expresarse en un momento así y dejar de lado las diferencias políticas. "Este viejo adversario despide a un amigo”, fueron las palabras de aquel histórico suceso.
Se determinó que su cuerpo fuera trasladado hacia el Cementerio de la Chacarita en donde estuvo hasta el 17 de octubre de 2006. Ese año, y en esa fecha tan especial para los peronistas, sus restos fueron llevados a la quinta de San Vicente, la cual le perteneció en vida y colocados en un mausoleo. Después de tantas idas y venidas, el General finalmente pudo descansar en paz
En la actualidad, la quinta funciona como museo que abre sus puertas al público los domingos por la tarde.